Seducción (Jenlisa) PAUSADA

¿Dónde estoy?

Jennie comenzó a removerse en la cama recobrando la conciencia ¿qué había sucedido?

Gruñó al sentir un dolor en su cabeza y su cuello, obligándose a permanecer en la misma posición

-¿Que mierda?- con dificultad volvió a intentarlo, esta vez más despacio ¿por qué le dolía tanto?

Miró a su alrededor y se extrañó al no reconocer la habitación

-¿¡Mierda, a quién me folle!?- se golpeó la frente y suspiró. Lo cierto era que no recordaba haber bebido, pero tampoco que sucedió después de la discusión con su vecina

Toqueteó bajo la manta y se relajó al notar toda su ropa en el lugar correcto, eso descarta el acoston. ¿Pero entonces, dónde estoy y qué hago aquí?

- ¡Aush! ¿joder, qué me pasó?- se quejó al tocar un punto de su cabeza bastante sensible

-Yo no haría eso si fuera tú

Jennie se sobresaltó al oír la voz y se sorprendió más aun al ver a la pelinegra entrar a la habitación con una bandeja

-¿Lalisa?- miró a su alrededor confundida- ¿donde estoy y por qué...?

-Para empezar tu amiga te rompió la cabeza con una botella semivacía- dejó la bandeja en la mesa y tomó de allí unas gasas, untandola en algo que Jennie no pudo distinguir- Te desmayaste, y por eso estas aquí

-¿Aquí? ¿Y donde es aquí exactamente?

-Mi habitación

Jennie la miró aterrada y negó rápidamente sin poder creerlo

-¿¡Y por qué estoy en tu habitación!? ¿Qué pasó con la fiesta? ¿Y mis amigas?

Lisa se encogió de hombros y se acercó a ella ignorando por un momento sus preguntas

-Te va a arder un poco

La castaña soltó un quejido un tanto dramático

-¿¡Joder, qué es esa cosa!?- exclamó la coreana cuando sintió el líquido quemar en su herida

-Dije que te iba a arder- Lisa dejó nuevamente la gasa en la bandeja y le ofreció ésta vez agua y una pastilla- tomalo

-¿Qué es?

-¿¡Dios, por qué haces tantas preguntas!?

-¡Porque no sé si es droga y tengas otras intenciones!

-Por favor Kim, literalmente estuviste inconsciente en mi cama, si quisiera propasarme lo habría hecho y ni cuenta te abrías dado. Es una pastilla para el dolor, si deseas puedes tomartela y si no también, es tu decisión

Jennie miró la pastilla aun dudosa y la aceptó.

La pelinegra inhaló con fuerza antes de sentarse en el puf junto a su cama y sonrió con picardía

-Buena chica

-Aun no has respondido mi pregunta

-¿Cual de todas? Desde que despertaste no has dejado de interrogante Sherlock

-Hablo enserio

-A ver, tus amiga entraron en crisis cuando te desmayaste. Mmm esa Jisao..

-Jisoo

-Eso. Subió a su coche en ropa interior gritando que no iría a la cárcel- chasqueó la lengua- dos de ellas se pusieron a discutir como locas porque ambas habían follado...