[Nota: ¿Exceso de Fluff?
Advertencia: ¡Alerta +18! Si no quieres pecar,
avisaré antes de la escena explicita para que conserves tu pureza~]
Mirando al techo de su habitación repasaba lo ocurrido el día anterior, no había sido un éxito, en ocasiones Megumi actuaba extraño o se quedaba mucho tiempo callado y eso lo hacía dudar. ¿Acaso lo incomodó en algún momento? No... No lo creía posible. El moreno le hubiera lanzado sus sombras ante cualquier indicio, entonces no lo entendía.
Una sonrisa se escabulló de sus labios al recordar el final del día, con el azabache vistiendo su sudadera que, aunque le quedaba algo corta -culpa totalmente de Fushiguro, es que joder ¡Cómo puede ser tan alto!- pero aun así lucía realmente tierno por el contraste que realizaba, resaltando su delicada belleza todavía más. Su piel se erizó al sólo recordarlo, con las mangas unas pulgadas sobre sus muñecas, con sus pálidas mejillas adornadas de un sutil carmín junto a la flor de pétalos índigo que combinaba tan bien con él, armonizando con sus encantadores ojos verde azulados y su tenue sonrisa.
Pero, a pesar de que logró salir por un momento de la zona de amigos... no creía que fuera suficiente. Dudo en pedirle nuevamente la ayuda a Gojo, no por los desfavorables resultados, si no que ha estado evitándolo toda la mañana por la vaga amenaza de la noche anterior. Con Sukuna tampoco, estaba seguro de que lo estropearía a propósito sólo para joderlo. O a ambos.
Abrió su laptop en un último intento y comenzó a tipear en el buscador "Cómo enamorar a tu mejor amigo, sin perderlo en el intento" y con un click en la primera página que se mostraba tentadora, ¡es que venía con imágenes! Entró a WikiHow.
Cuando tomó los apuntes correspondientes, salió de su cuarto apresurado, aun le quedaba mucho que hacer si quería conquistar a Fushiguro.
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Comenzó con chocolates.
¿Acaso hay algo mejor que regalar chocolates?
La respuesta siempre sería no.
Salvo en esta ocasión.
Había estado tan apresurado por seguir la guía que había escrito a la rápida en un trozo de papel, que corrió a la estación de servicio más cercana, a varios kilómetros de distancia de Jujutsu, donde eligió el primer chocolate que vio en el mostrador. Sin revisarle la fecha.
Vaya error.
La risa de Sukuna resonaba en el corredor del pasillo donde se encontraba de pie, esperando a que su crush saliera del baño, donde vomitaba ruidosamente.
—Niño
—No. Digas. Nada.
—Pfft... Si querías matarlo, mejor me lo dejabas a mí. Hubiese sido más... placentero
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Delirio | ItaFushi
Fiksi PenggemarItadori es acosado por imágenes y visiones para nada sanas con su compañero de equipo, sabía que el culpable era Sukuna y su inagotable deseo que poseía hacía Fushiguro, pero sus sueños estaban teniendo daños colaterales en su relación de amistad. H...