Capitulo 16: El tiempo es relativo.

18 2 0
                                    

—Steph ¿Cómo te portaste?—preguntó John mientras la abrazaba.
La nena parecía de lo más feliz y levantó el dedito pulgar para indicar que bien.
—¿Cómo se portó Steph mamá?—
—bastante bien, es muy traviesa pero es un amor.—
—educan muy bien a la niña, es bastante inteligente.—afirmó Bomi.
—y no es remilgosa aunque bueno es otro caso con el brócoli.—aseguró John y ella al escuchar la última palabra corrió a meterse debajo de la mesa.
—Kash se la pasó a todo dar con Stephy se la pasaron haciendo travesuras entre las dos.—
—hablando de Kash ¿Dónde está?—
—con una amiga ya sabes, como va a volver hasta mañana me dijo que te mandaba muchos saludos.—
La pasaron bien porque platicaron de cosas y se sentían señores ya así que se rieron de eso, también Steph parecía muy feliz de verlos después de una larga semana.
—Steph no nos perdona haberla dejado.—afirmó Freddie riendo mientras caminaban hacia la casa.
—vaya que si.—Steph tomaba de la mano “fuertemente” a John y sujetaba poquito de la camisa de Freddie también.
—lo bueno que aún queda bastante de vacaciones mi amor.—
—vaya que si, ay iba a decir algo y lo olvidé.—
—ay cielo, no pasa nada luego te acuerdas.—
—no lo creo pero bueno ya ni modo.—
Muchas personas los veían pasar, esas personas los veían con total desaprobación y otras hasta con desagrado, pero ellos ni atención prestaban a eso, estaban totalmente dedicados a Steph.

—cielo escucha.—
Escuchaban en la radio que una guardería se había incendiado y que luchaban por sacar a los bebés que habían dentro.
John rápidamente agarró a Steph y la abrazó fuertemente pues la simple idea de perderla le aterraba.
—ay no puede ser, no me imagino la desesperación de los papás.—afirmó Freddie.
Tras el paso de los días seguían escuchando las noticias para enterarse de que había pasado o más bien lo que el gobierno quería que pensaran que había pasado.
—ay no hubieron muchos niñitos y bebés fallecidos.—afirmó John algo aterrado.
—no puede ser que feo estuvo.—
—que crueldad, pienso en como deben estar los papás de los niños y me dan unas ganas tremendas de tener a Steph aquí para siempre.—
—de nuevo andas modo mamá sobreprotectora.—le dijo Freddie mientras lo abrazaba.
—es que imagino que pudiera pasar eso y no, simplemente no podría perderlos.—
—tranquilo mi amor, no vas a perdernos ¿De acuerdo?—respondió mientras apretaba sus mejillas con sus palmas.
—¿Lo prometes?—preguntó hablando con dificultad por qué aún Freddie le apretaba las mejillas.
—te lo prometo, incluso mira, Steph ven.—la nena llegó corriendo bastante feliz.—¿Le prometes a Pim que nunca te va a perder?
—chi.—afirmó mientras le daba la manita.
—los amo mucho.—aseguró John con un leve sonrojo.
—nosotros también te amamos ¿Verdad Steph?—ella solo los abrazó y la vieron con ternura.
Pero el seguía temiendo por ellos al punto de tener una pesadilla donde aparecía una joven de por lo menos 17 años llena de cortadas y con ropa hecha jirones diciéndole que le devolviera a su bebé.
—ay mi amor ¿Qué pasa?—
—nada cielo solo una pesadilla.—respondió mientras buscaba respirar con normalidad.
—pero estás muy calientito, espera deja prendo la luz.—
—ay no tu duerme, estaré bien.—en ese momento Freddie prendió la luz y tuvieron que cerrar los ojos pues se deslumbraron.
—ay mis ojos, me siento vampiro.—
—yo también ay no veo.—
—tienes tu carita toda roja, se me hace que tienes fiebre.—
—no tenemos termómetro para comprobarlo cielo.—
—se me hace que si, tienes la frente muy calientita ¿Qué sientes?—
—mucho calor pero estoy temblando mira.—aseguró mientras mostraba su mano que efectivamente estaba temblando.
—ven vamos a buscar alguna medicina.—
Era bastante noche y John le platicó su pesadilla que le seguía aterrando al punto de asomarse a ver a Steph para asegurarse que seguía ahí.
—¿Y qué mas recuerdas?—
—es todo lo que recuerdo pero ya no recuerdo la cara de la muchacha, osea si pero no, ay me siento mal.—
—¿Por la pesadilla?—
—por la fiebre cielo, es muy extraño porque ni siquiera hace frío.—
—es cierto quien sabe porque, esperemos que te haga efecto la medicina pero por mientras tomate tu té.—
—detesto dar molestias, ve a dormir cielo.—
—no das molestias mi amor como dices eso, me voy a quedar aquí contigo.—
Tras un rato de platicar se estaban durmiendo pero seguían ahí.
—no se te baja la fiebre pero tenemos que dormir así que vamos a dormir y si mañana no se te baja pues tendremos que ir al doctor.—
—supongo que no me puedo negar así que ya ni modo pero está bien vamos a dormir.—

Pim.—le dijo Stephanie al día siguiente mientras intentaba despertarlo cosa que logró pero tardó bastante en despabilarse.
—¿Qué pasa nena?—
Ella solo señaló a su pancita con un puchero.
—¿Te duele tu pancita?—
—chi.—
—ay ven, vamos a ver que hacer de desayunar.—
La nena se veía visiblemente triste porque no estaba por todos lados viendo que era cada cosa ni tampoco se escondía en todos lados, solo estaba sentadita y eso también puso algo triste a John.
—¿Ya te sientes mejor mi amor?—
—me asustaste.—aseguró riendo.—pero si cielo, aunque ahora Steph anda que le duele la pancita.
—a ver deja voy a ver que me dice.—
—pues si de por si no habla mucho ahora menos.—
También notaron que se sentía mal pues ella comía bastante y ese día apenas probó bocado.
—pero Steph tienes que comer para que te sientas mejor.—
—ño.—decía ella con un puchero.
—me siento mal por ella.—afirmó Freddie.
—yo también me siento mal, siento feo verla así.—
La nena se percató que ambos se veían algo tristes y fue por el conejito de felpa para después dárselos como para animarlos de cierta forma.
—estamos haciendo buen trabajo.—exclamó Freddie.
—ya lo creo que si, esperemos que se sienta mejor porque es una tortura verla decaída.—
El tiempo se sentía eterno y se pusieron a limpiar, seguían aprovechando las vacaciones aunque quedaban pocos días, sabían que no pasarían tanto tiempo juntos de nuevo cuando empezaran las clases.
—por fin ya voy al último año.—
—eres un suertudo cielo, yo apenas voy por el segundo y no quiero pero bueno, tenemos que aprovechar los últimos días de libertad.—
—antes de la cárcel como diría Roger.—
—y si, ahora que recuerdo ya cumplo 20.—
—que rápido pasa el tiempo, me acuerdo cuando te conocí, tenías casi 15.—
—oye si es cierto cielo, los primeros días que nos comenzamos a juntar los 4 yo me sentía un hormiguita, me daba pena hablar.—
—eras bastante tímido.—
—no es bonito eso.—aseguró riendo.—al principio me daba miedo Brian porque sentía que me iba a regañar.
—yo al principio pensaba que ibas a salir corriendo.—
—casi lo hacía pero no, ay cuantas cosas han pasado.—
—Steph sigue en el sillón acostada pero ni se queja ni nada.—
—me acuerdo de la pesadilla de ayer y me dan escalofríos.—
—¿Por la fiebre?—
—ay cielo, no seas payaso.—respondió riendo.
—yo lo siento mi amor pero tenía que hacerlo.—
—tengo mucho sueño.—
—pues duérmete mi amor.—
—pero es bastante temprano, luego si me duermo no podré dormir en la noche.—
—es un buen punto, apenas son las 6 de la tarde.—
—y eso que nos levantamos bastante tarde, ay tengo mucha flojera.—
—los domingos siempre son de flojera.—
—ya está caliente el agua, para que se me quite el sueño voy a bañar a Steph.—
—nos estamos haciendo señores.—
—ay si es cierto, entonces ¿Qué nos volveremos cuando ya seamos señores de verdad?—
—viejitos.—
—¿Y cuándo seamos viejitos?—
—más viejitos.—
—buen punto.—

Pd. No se automediquen chaviza.
Pd 2. Nos guiamos en el caso de la guardería ABC (si son sensibles no recomiendo que vean los documentales de Youtube.)

La luz de tus ojos ~Deacury~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora