En las calles de Nueva York

Cap. 1: le décollage

¡Ringggg... Riiiinnggggggg... Riiiiiiinnnnnggggggg!

El estridente despertador no tardó en estrellarse contra la pared.

Había que reconocer que ese aparato era un verdadero sobreviviente. Reparado y vuelto a reparar, todas las mañanas terminaba de la misma manera. Era un gran ejemplo de perseverancia.

La puerta se entreabrió suavemente y una figura femenina se asomó a la habitación en penumbra.

—¡Mari!... ¡Marinette! ¡Hija!
—Mpfmblem.... —contestó desde la cama una joven de cabello azabache.
—Cariño debes levantarte
—Mmmmm...
—Dormilona... no puedes hacer esperar a un avión.

Marinette

Las palabras de mi madre llegaron a mis oídos y fueron tomando forma en mi mente. Abrí los ojos con rapidéz. ¡Ese día me iba a viaje a Nueva York! ¡Y ya estaba retrasada, iba a perder el avión!

Me levante de un salto y me puse a correr por mi habitación realmente asustada. ¿Porqué me pasaban siempre estas cosas a mi?

—¿Aún no tienes pronto el equipaje cariño?
—Yo eh... si mamá, pero tengo unas cuantas cosas de último momento que agregar.
—Está bien, pero no demores. Estaré abajo preparando el desayuno.

En cuanto mi madre desapareció por la puerta, una pequeña criatura roja se acercó volando. Tikki aún se refregaba los ojos con sus manitos, señal de que le estaba costando levantarse tanto como a mi.

—¿Ya es hora de irnos? —preguntó adormilada.
—Si... no.... —contesté fijándome en mi reloj— Aún tenemos algo de tiempo. Es solo que... espero no olvidarme de nada. Nueva York no queda a la vuelta de la esquina Tikki.

Tire mi cepillo dentro de mi bolso de mano y me dispuse a repasar mi equipaje. Estaba muy emocionada en relación a este viaje. Era el primero que haría con mis amigos y sin mi familia... Había escuchado muchos relatos sobre Nueva York así que estaba a ansiosa por visitarla.
Además, muy en el fondo valoraba la posibilidad de tener unas merecidas vacaciones. Hawk Moth estaba más activo que nunca y ahora que yo era la guardiana de la caja de los miraculous, mis responsabilidades como heroina de Paris se habían triplicado.

Mientras me preguntaba cómo se las arreglaría Cat en mi ausencia pra proteger la ciudad, fui terminando de acomodar mis cosas. Media hora más tarde me encontraba en la puerta despidiéndome de mis padres.

En el momento en que me disponía a dirigirme a la escuela, divise a Luka. Mi amigo venía andando en su bicicleta a toda velocidad y en su rostro se reflejaba... ¿preocupación?

—Hola Luka
—Marinette ¿que te pasó? —dijo el sin perder tiempo
—¿Qué... por qué me preguntas eso?
—Por qué el ómnibus ya salió. Esperaron por ti durante 15 minutos y como no apareciste, ni contestaste el celular, todos creyeron que habías decidido no viajar.
—¿QUUEEEÉ? NO... Yo, creí que tenia tiempo. ¿Ahora que voy a hacer?
—Sube —dijo Luka con seguridad— Vamos a alcanzarlo.

....................

—Lo siento Luka. Nunca alcanzaremos el autobús.

Mi amigo pedaleaba a toda velocidad, conmigo y mi valija a cuestas, esquivando peligrosamente el tráfico de París.

—Claro que si —contestó él sin dejar de avanzar— Se que este viaje es importante para ti.
—Dices que es importante por Adrien ¿no?... pero lo importante no es que Adrien estará ahí... aunque, bueno no es importante para mí sino para Adrien, porque es un viaje importante... pero no para mí porque solamente es un amigo.