Rescate:

233 19 0
                                    


-el joven caminó por más de 10 minutos sin encontrar absolutamente ningún rastro, justo cuando estaba a punto de desesperarse una de las aves se colocó en su hombro-

Kogami, tenemos una cueva, hay antorchas en las paredes, de hecho incluso da la sensación de querer ser encontrada... -exclamó el ave de forma respetuosa- dejé allí la aguja de hielo como ordenó 

Retiraos todos -las cuatro Águilas se desvanecieron al tiempo que Kogami apareció en un destello frente a la cueva-

Realmente parece una trampa... -el joven suspiró caminando hacia el interior de la cueva donde no se encontraba absolutamente nadie, solo cientos de pasillos y puertas, las cuales hubiese tenido que seguir de no ser por que podía sentir el chakra de la pelirroja levemente, el joven comenzó a caminar por el largo pasillo con la guardia bien alta-

-por el camino no pudo escuchar ni un solo ruido, ni voces, ni crujidos, ni pasos, ni siquiera otra respiración a demás de la suya propia, pero aún así el joven no podía evitar sentir como la mirada de alguien o algo se clavaba en su cuerpo desde todas las direcciones-

-el joven se paró frente a una puerta más o menos céntrica, tomó la manilla con su mano y bajó esta, acto seguido, con su mano cerca de su porta armas empujó la puerta lentamente analizando rápidamente el cuarto-

Aki... -el joven se acercó rápidamente al cuerpo de la joven que descansaba recostada en la pared, con su ropa algo cortada por la batalla, pero aparentemente bien, la sorpresa fue al ver como ella levantaba su vista-

Kogami... -La joven sonrió con todas sus fuerzas, su voz era tenue y débil, su rostro estaba pálido- pensaba que me iría sola...

Estas envenenada... no te irás, lo prometo... -el joven acarició su mano- encontraremos una solución

-unos pasos se hicieron presentes, junto a una risa repugnante, rápidamente el joven se giró-

Oh querido Kogami, hay una solución -una especie de ser repugnante y monstruoso se encontraba frente a él, pero los centenares de experimentos que el ex-humano había hecho a su cuerpo aun no hacían que el joven olvidase su rostro-

Kabuto... voy a matarte sucia serpiente... -exclamó el joven-

Shhhh shhh tranquilízate Kogami-chan -el mayor prácticamente rio- soy el único que tiene el antídoto que necesitas, y si muero créeme que no lo tendrás a tiempo... dame tu cuerpo para estudiarlo y robar tu poder... y la salvaré...

-el joven miró a la dañada pelirroja la cual negó con la cabeza- Está bien... -exclamó el joven-

Tan simple? -el joven comenzó a reír-

Claro que está bien... voy a matarte sucia serpiente de cloaca... soy mejor ninja, mejor médico y incluso mejor animal sanguinario que tú... crees que no puedo retirar tus mediocres venenos?...

-el mayor rechinó sus dientes- inténtalo entonces... -rio intentando esconder su molestia-

Voy a hacerte sufrir Kabuto... -los ojos del joven dibujaron tres aspas decorando una pupila carmesí mientras una enorme presencia de chakra se hacia presente-   

-el mayor dio un paso atrás sin bajar la guardia, pero cuando quiso reaccionar cientos de cristales de hielo le rodeaban, el joven apareció frente a el golpeando su rostro haciéndole dar unos pasos atrás con este, rápidamente en un destello apareció en su espalda comenzando una repetición de 120 golpes muy potentes cargados en chakra, con el último el mayor voló chocando su cuerpo con una de las anchas paredes la cual se agrietó con su cuerpo-

-al impactar con la pared el mayor escupió sangre de forma abundante intentando levantarse lentamente-

DESPUES DE TANTOS EXPERIMENTOS NO PUEDO PERDER, VOY A MASACRARTE -el mayor se lanzó fuera de sí a atacar al joven-

-el joven desvió cada golpe con una mano mientras en la otra podría apreciarse el brillo del chakra acumulado, el menor propinó un golpe en la cabeza del rival el cual al segundo se estrelló en el suelo dejando un hueco del tamaño de su cuerpo-

-el mayor miró sin expresión al joven, pero también sin fuerzas para ponerse en pie-

No voy a matarte Kabuto... -dijo con simpleza el joven cargando a la pelirroja en su hombro-

Porque...? -preguntó con voz pesada el mayor-

Sufrirás más sabiendo que tu supuesta forma perfecta ha sido vencida por un humano con tanta simpleza... -el joven cargó a la pelirroja fuera del lugar recostándola en el suelo con suavidad, acto seguido se arrodilló frente e ella poniendo las manos sobre su abdomen, un brillo rojo se hizo presente eliminando el  veneno del cuerpo de ella lentamente mientas iba tomando color y recobrando fuerzas, al terminar la llevó hasta la aldea del arroz dejándola en la cama para que descanse un poco mientras se sienta en la silla del cuarto esperando a que se recupere del todo-

//YYYYYYYYYYY HASTA AQUI espero que les haya encantado el capítulo de hoy, ya saben, cuando llegue a tres estrellitas subiré el siguiente lo mas rápido posible, LOS AMOOOOOOO <3<3<3<3<3

El Demonio Rojo De La HojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora