Enamorado de La Muerte.

Capítulo 1 - "Ahí estabas."

— Ahí estás. —
      Dijo Reid en sus pensamientos mientras el chico nuevo entraba al salón, de una u otra forma había logrado conseguir algún perfil del chico, con fotos de el, al enterarse de que sería nuevo en su salón, no podía quedarse con la intriga hasta que llegara.

— Mi... Mi nombre es Alec. —
El chico de cabello oscuro al fin habló cuando el profesor le pidió presentarse al ver que este solo había entrado en silencio al salón, lo que fue una larga espera para Reid, incluso si solo fueron segundos algo incómodos para el resto de alumnos.

Reid rápidamente levanto su brazo, con la mano apuntando al asiento libre de su misma mesa, esto al escuchar al profesor pedirle a Alec elegir un asiento, no se perdería de esa gran oportunidad, definitivamente le generaba curiosidad este chico.

Luego de dos largas clases, una de física y otra de matemáticas, de las cuales cuales Reid habría entendido la mitad, se le ocurrió usarlo de excusa para intentar hablar con el chico nuevo, pero al mirar a su costado este ya había saltado de la silla y estaría asomándose a la puerta buscando la salida del pasillo que se encontraba frente a su clase, quería huir, al menos eso parecía desde el punto de vista de Reid. Este se acercó y le tocó el hombro al verlo confundido.

— No te han mostrado el instituto, ¿Verdad? — Le preguntó a Alec.

— ¡Ah! — se sobresaltó — N-No, ¿Por qué? — preguntó tartamudeando ligeramente, ya que se había asustado al no escuchar a Reid acercarse tanto a el.

— Oh, bien, entonces ven. — Reid tomó el brazo delgado del chico de cabello oscuro y salió del salón para mostrarle los pasillos y otras clases, le presentó a algunos amigos y compañeros, un rato despues, a 5 minutos de terminar el recreo por el que tan desesperadamente quería salir Alec, finalmente le enseñó el patio del instituto, era grande y redondo, había algo de luz que provenía de una gran medio esfera de cristal opaco a varios pisos sobre el patio, habían árboles grandes y una cafetería a la izquierda al fondo, dentro del edificio pero a la vista de este patio, había un pasillo circular rodeando el lugar y varios caminos hechos con piedras por todo el patio, a la derecha se podía ver la biblioteca del colegio y una biblioteca en la cual los alumnos podían poner sus propias obras para que los demás las pudieran leer. Definitivamente este lugar era su favorito, Alec estaba encantado,  aunque le molestaba un poco no poder esconderse, sentiría que estaba arruinando la vista de aquel hermoso lugar.

Nuevamente, Reid lo arrastró, por así decirlo, tomándolo del brazo, está  vez solo lo llevó a uno de los varios bancos en el lugar, frente a la biblioteca, hay que decir que ni la biblioteca ni la cafetería teninan paredes que taparan la vista desde el patio, así que podían ver ese hermoso lugar, el pelirrojo se sentó y con su mano invitó a Alec a sentarse junto a el, así hicieron el resto de recreos, los cuales eran dos más, solo que más cortos, ese día les tocaba quedarse hasta las seis de la tarde, ya que les mostrarían los clubes del colegio, los estaban inaugurando.

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Al salir del instituto y luego de insistirle a Reid en que no lo acompañara, Alec había logrado llegar a su pequeño hogar, entró respirando profundamente, cerró la puerta, dejó las llaves en una pequeña mesa al costado de la entrada y corrió a su habitación para lanzar la mochila en su cama, tomar ropa una toalla e ir a bañarse, no iba solo para lavarse, si no que más que nada el reprocharse haber sentido atracción a este chico pelirrojo sin conocerse más de un día, hasta había preguntado por su nombre en el tercer recreo ya que estaba muy nervioso de tenerlo tan cerca, parecía que el chico de pecas no sabia lo que era el espacio personal, cada vez se acercaba más, o al menos eso creía Alec. Se bañó, pasó unos minutos "hecho bolita" en la bañera pensando y luego intentando relajarse, finalmente quitó el tapón de la beñera y se dio una ducha solo para enjuagarse la espuma que le había quedado, salió del baño después de cambiarse y puso a lavar su ropa, finalmente se recostó en su cama, miro a su izquierda, más exactamente al armario que estaba en su cuarto, miraba su horario impreso en una hoja de papel blanca, había faltado a su trabajo así que debía estar en jornada completa al día siguiente, suspiró y antes de dormirse recordó aquella frase que no había entendido en su momento, Reid le había tomado del brazo una ultima vez y le había susurrado algo muy bajo y rápido, por fin había entendido, "Esa margarita te queda muy bien." Alec había estado tan distraído en el ruido, en irse y el brusco movimiento de Reid que sólo había corrido a su casa, al recordar todo eso, soltó un chillido y comenzó a girar de lado a lado en su pequeña cama, estaba muy avergonzado de aquello, pensó que nadie había notado aquella decoración que se puso en el cabello, ese día había olvidado su tristeza temporalmente y luego de mucho tiempo se había dormido sin lagrimas en los ojos y feliz.

-Fin del capítulo 1.