Enamorado de La Muerte.

Capítulo 3 - "Alegre."

Otro día en aquel enorme edificio, Alec corría por uno de los extensos pasillos del colegio, abrió la puerta del salón y evito las miradas de sus compañeros concentrándose en si Reid se encontraba ahí, quien ya había pensado que con su tardanza no lo dejarían entrar al instituto.

El chico de cabello y el pelirrojo se sonrieron, seguido de eso Alec caminó apresuradamente a su asiento, a un lado de Reid, cerrando la puerta tras de sí.

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Minutos después estaban sentados en uno de los bancos bajo un árbol, con vista a la biblioteca, al "Chico Margaritas" le gustaba mucho el lugar, decorado con enredaderas y musgo falso gracias a los alumnos de tercero, parecía que se habían esforzado mucho, definitivamente lo habían estado preparando desde hace mucho tiempo, era muy cómodo el ambiente que habían logrado, también se veía bien la sección más fantástica para la exhibición de cuentos de fantasía.

- Uhm, quiero entrar a ver.- Murmuró el chico de cabello largo.

-Está bien, ¡Vamos!- Dijo Reid alegremente para luego tomarlo del brazo y arrastrarlo allí.

El pelirrojo tomó uno de los libros hechos por los estudiantes y se pusieron cómodos en uno de los bancos de la biblioteca, comenzaron a leer juntos, se trataba de un romance de secundario entre una chica y un chico, la chica de gran carácter y el tímido chico un grado menor. Se entretuvieron todos los recreos ya que era un cuento bastante largo, tardarían unos días en terminarlo. Reid se estiró y miro a Alec para decirle:

-Que sueño, ya casi terminan las clases, una hora más y a casa.-

-Si.- dijo para luego bostezar y refregarse las manos en los ojos.

-Vaya, no soy el único que está que se cae del sueño.- Dijo mientras pensaba en lo tierno que le parecía al hacer eso.

Reid lo tomó del brazo, fue con el encargado de la biblioteca que tocaba ese mes y pidió prestado el libro y se lo dio a Alec quien lo miró con una cara de cachorro confundido.

-Tú guardalo, lo vamos a terminar juntos, no te adelantes, ¿Si?- Dijo dejando su confianza en el.

-Bien, entendido.- Dijo el chico de cabello azul.

De repente, sonó la campana y se fueron juntos a su última clase.