Salí del instituto y esperé en la puerta a Scott para irnos juntos a casa. Esperé y esperé, sentada en el bordillo de la acera.
-¿Lia?-Me giré y me encontré con Stiles, vestido con su uniforme de lacrosse y con su mochila colgando.
-Oh, ¿has visto a Scott?-Pregunto y él mira alrededor nervioso.-¿Qué pasa, Stiles?
-Sube al Jeep.
Empieza a caminar hacia su coche y yo le sigo, sin saber que decir. Se sube en el asiento del piloto y me señala el asiento al lado suyo.
-Stiles, ¿por qué...?
-Escucha Lia, te voy a llevar a casa, ¿vale?-Dice mirandome a los ojos.-Y...Quiero que sepas algo.
-¿Qué le ha pasado a Scott?
-De eso quiero hablarte.
Arranca el coche y se incorpora a la carretera.
-Lia, quiero que me prometas algo.-Stiles deja caer su mano sobre mi hombro.-Si Scott se comporta raro, te grita, te...Bueno, si no está normal, llámame.
-¿Por qué iba Scott a...?-Digo pero Stiles niega la cabeza.-Vale, te lo prometo.
Acaricia mi hombro y vuelve a poner la mano en el volante.
-Stiles, quería hablarte de...-Tenía pensado preguntarle por qué estaba asi de cariñoso conmigo últimamente, pero entonces él aparcó delante de mi casa y me miró, esperando.-No, nada...
-Bueno, pues, recuerda lo que te he dicho, ¿vale?-Me sonríe y yo asiento.-Venga.
Salgo del Jeep azul y me cuelgo la mochila a los hombros. Antes de entrar, miré a Stiles, que me guiñó un ojo. Metí la llave y abrí la puerta.
-¡Te quieroo!-Grita antes de que yo cierre la puerta de casa. Me río y subo a mi habitación.
Me paro en frente de la puerta de Scott, cerrada a cal y canto. Pico e intento abrir, cerrada con pestillo.
-¿Scott?-Pregunto, con la oreja pegada a la puerta.-¿Qué te pasó?
-Ve...Vete...-Escucho su voz, entrecortada.
-¿Qué pasa, Scott?-Intento abrir la puerta de nuevo.-¡Ábreme!
-¡VETE!
Tal vez era esto a lo que se refería Stiles. ¿Por qué razón estaba agresivo Scott? Me metí en mi habitación y me senté en la cama.
Entonces Scott dió un golpe a la pared. Al estar una al lado de la otra, mi habitación tembló.
-¿¡Scott!?-Grito intentando escuchar algo a través de la pared.
Otro golpe. Empecé a asutarme, así que cogí mi teléfono y marqué el número de Stiles.
Un nuevo golpe. Estaba cada vez más asustada, y me temblaban las manos. Después de unos pitidos, Stiles descuelga.
-¿Lia?
-S...Stiles...Scott está...-Mi voz se cortaba cada vez que escuchaba un golpe en la habitación de mi hermano.-Me dijo...que me fuera y...
-Estoy de camino, Lia, tranquila.
Y colgó. Volví a la puerta de Scott y llamé.
-Por favor, Scott...Ábreme yo puedo...Por favor...
-No Lia...Aléjate...Yo..No quiero hacerte daño.-Su voz se cortó y escuché como un arañazo en la puerta.
-Scott por favor...
-¿Lia?-Me giré, Stiles había llegado.-¿Estas bien?
-¿Lo está él?-Pregunto, limpiandome una lágrima.
Stiles me mira, con pena. Cierra los ojos y suspira. Se acerca, me besa en la frente y me mira.
-Vuelve a tu habitación, yo me encargaré, ¿eh?-Su mano se posó en mi mejilla y me acarició.-Me pasaré por tu habitación cuando me vaya a marchar.
-Pero Stiles...-Dejando a un lado las ganas de besarle, volví a recordar a Scott.-Él...
-Yo me encargo.-Repitió y yo asentí.
Me aparté de la puerta y él llamó.
-¿Scott? Tío, soy yo.-Golpeó la puerta y esta se abrió muy despacio. Entre el hueco que se abrió (para que Stiles pudiera pasar) ví a mi hermano, con la mirada oscura, observandome. Negó con la cabeza y sentí como si estuviera metida en un lago helado.
Esperé en mi habitación, escuchando los golpes de Scott. Tenía miedo de que algo le fuera a pasar a Stiles. ¿Por qué Scott estaba así?
-Lia...-La puerta se abrió y la cabeza de Stiles asomó por el hueco.
Yo había empezado a llorar, asustada por los gritos y los golpes, que habían cesado, pero yo seguía abrumada.
Escuché los pasos de Stiles acercarse a mi cama y sentarse a mi lado. Me envuelve en sus brazos y suspira.
-Lo entenderás...
-¿Cuándo?-Pregunto aguantando las lágrimas.
-Pronto...Puede que mañana...-Dice y acaricia mi espalda.-Te veo en el instituto.
Se levanta y se va, sin esperar a ninguna respuesta por mi parte. Sollozo y me sorbo la nariz.
Vuelvo a ir a la habitación de Scott. Pico a la puerta y espero.
-S...Scott...Yo...No se que pasa pero...Me estais preocupando y...-No pude evitar echarme a llorar.
Y la puerta se abrió. Gotas de sudor caían por la frente se Scott, que me miraba con pena. No llevaba camiseta y sus brazos estaban amorotonados. No me acerqué, sino que me quedé llorando en la puerta.
Scott se acercó con cautela, pero me abrazó con fuerza. Yo me dejé casi caer y él me sujetó.
-Lo siento...Pero necesito descansar...Mañana hablaremos, ¿eh?-Susurró a mi oído.
Le miré a los ojos, parecía cansado. Asentí y me alejé un poco de él. Me besó en la frente, como siempre, y esperó a que me fuera a mi habitación para entrar en la suya.
¿Qué le estaba pasando a mi hermano?