Fiscal

1.5K 188 52
                                    

Para cuando todos terminaron de discutir con Jimin,todos comenzaron a retirarse. Jimin observó como Jungkook le decía algo en el oído al jefe para luego comenzar a dirigirse hacia la salida. Decidió seguirlo de inmediato,eran casi las once de la noche,por lo que debía ir a casa. 

Jungkook camino sin prestarle atención a nada,para cuando llego donde estaba su motocicleta negra comenzó a buscar la llave. Debía ir a casa y dormir un poco,se sentía muy cansado,la noche anterior había estado con algunos socios para negociar nuevas ventas de armas en el cual Namjoon le había encargado porque Hoseok estaba atendiendo otro asunto.

Subió a su moto para luego colocarse el casco negro. En ello,sintió a alguien subirse de una sola vez a la parte trasera de su moto,sacándole un jadeo.

—¡¿Que demonios!? —Gritó, antes de volver a quitarse el casco.

Había alguien aferrándose a su cintura con fuerza,con el pecho pegado a su espalda y reconocia ese maldito olor a uvas. Su cuerpo se tenso tanto que sintió sus piernas temblar ligeramente, odiaba el contacto físico sin una confianza.

—¡Jungkookie,llevame! —Jimin exclamó,con una brillante sonrisa.

—¡Bajate de mi moto! —Ordeno,su voz salio tan profunda que hizo temblar ligeramente a Jimin,pero este no se iba a rendir y hechar para atrás ahora,le encantaba las motos aunque nunca aprendió a conducir uno porque no tenía quien le enseñara.

—De ninguna manera —Alzó sus piernas sobre los muslos de Jungkook y se agarro aun mas fuerte de el,notando claramente lo bueno que estaba este hombre.

Jungkook comenzó a maldecirlo en distintos idiomas,comenzo incluso a balancearse de un lado a otro haciendo que Jimin solo se riera aferrándose aun mas a el. A este paso iban a caerse,estaba seguro pero tal parece que el maldito pelirosa no iba a dejarlo en paz.

—¡Vamos,porfavooor! —Jimin uso su voz de cachorro,e incluso hizo un puchero que el alto pudo ver en su espejo.

Jungkook apretó sus manos en un puño, con su casco aun allí. Cerro los párpados y suspiro pesadamente tratando de tranquizarse,podía sentir el calor de la mano pequeña en su abdomen aferrandose ,que solo causaba que se alterará más ¡Odiaba que lo tocaran de esa manera!

—Porfavor,bajate —Pidió, esta vez mas tranquilo, sin querer que un simple lunático le sacara de sus cabales.

—Jungkookie,mi auto se pincho una llanta así que lo deje en medio de la calle,seguro ya lo llevo la grúa, así que tuve que venir caminando. —Contó mientras pegaba sus mejillas a la espalda ancha del chico. —Porfavor,solo llevame a casa y...—Comenzo a pensar en que le daría —Te dejare en paz.

Jungkook quería golpearlo,definitivamente después de eso no quería volver a ver nunca mas a este maldito e imbécil sujeto.

—No soy Jungkookie,mi nombre es Jungkook y si me vuelves a decir ese apodo ridículo,te patearé hasta que mueras —Amenazó —Despues de esto, quiero que desaparezcas de mi vida,o lo último que sabrá tu hermano de ti,sera que la mafia te descuartizó pedazo por pedazo.

—Si Jungkookie —Jimin aceptó.

—Maldita sea —Jungkook trató de sacarse una vez mas,pero Jimin lo tenía agarrado tan fuerte que si se movía mal,caerían.

Jungkook no sabía porque demonios ya no estaba golpeando a este idiota hasta la muerte,había hecho varias cosas para molestarlo y uno de ellos era el subirse sin permiso a su bebé ¡Su motocicleta era sagrada! Era lo que mas amaba en el mundo,o bueno,lo único que amaba.

Jimin aceptó ir incluso sin un casco,dado que Jungkook no tenía una de sobra principalmente porque jamas penso tener un acompañante,y menos una bola de energía ilimitada que al parecer se dedicaba a joder la existencia de cualquiera. Para cuando el motor del moto arracanco. Jimin sintió un placer tremendo,esta cosa sonaba fabuloso,era como una bendición para su oído.

Podemos llamarlo amor «KOOKMIN»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora