The Demonic King Chases His Wife [Parte 5] [Trad. al español]

Capítulo 836: Rey Simio Diamante (2)

Capítulo 836: Rey Simio Diamante (2)

Zi Yan no pudo evitar mirarlo: "En realidad eres un sistema dual de madera y fuego, entonces, ¿cómo no puedes saber que la planta del sistema de madera debe ser criada desde que es joven? ¡¡¡Criada desde que es solo una semilla!!!"

Todo el cuerpo de Zi Yan tembló de agitación: "¿Pero tú? ¡Pudiste obligar a un árbol milenario de acadia roja a someterse! ¡Además, fue con la contraparte llorando, gritando, arrodillándose y rogándote que lo aceptes! Esa mierda obliga a la gente a estar demasiado celosa, ¡realmente hace que una persona se desmorone! ¡No me detengas, tengo que golpearme la cabeza contra la pared!"

Su Luo: "..."

Forzó una sonrisa y se tocó la nariz, "En cuanto a esto... ¿tal vez porque mi carácter moral es bastante bueno?"

"Bien, tu maldita hermanita, aparte de ti, ¿quién más tiene un carácter moral tan malo y un corazón de dos caras?" Zi Yan respondió sin rodeos.

Su Luo extendió las manos: "La gente afortunada no puede ser bloqueada, solo puedes estar envidiosa, celosa y odiarlo. Lo puedo entender."

La frente de Zi Yan se apretó.

Estaba a punto de decir un par de frases sarcásticas a Su Luo, pero Su Luo levantó la mano para detenerla.

"¿Qué, ni siquiera me dejas desahogar algunas palabras por los celos?" Zi Yan puso los ojos en blanco.

Su Luo hizo un gesto para estar callado: "¿Escuchaste algo?"

Zi Yan, afectada por la repentina seriedad de Su Luo, inmediatamente volvió a sus sentidos.

Esta era una de las seis áreas prohibidas en el Bosque Oscuro, ¡ah!

Zi Yan contuvo la respiración con gran atención y, efectivamente, escuchó un extraño sonido repetitivo.

"Zzzz —— ronquido —— Zzzz——"

Su Luo miró a su alrededor, efectivamente, en la cueva vecina, una cola larga estaba expuesta.

Su Luo le indicó a Zi Yan que se quedara callada con un gesto de la mano. Luego, ambas se acercaron de puntillas en silencio, su cabeza siguieron la esquina para salir a explorar.

Con solo una mirada, casi las hizo sentir mareadas.

¿Qué era esta cosa?

Esta era una bestia mágica.

Una bestia mágica que era de color dorado de la cabeza a los pies, emitiendo un fuerte aura diabólica.

Su forma se parecía un poco a la de un mono, pero todo su cuerpo medía más de diez metros. En la parte superior, colgaban dos cabezas.

En ese momento, yacía de espaldas, boca arriba con una barriga que subía y bajaba, obviamente, estaba dormido.

"¡Rey Simio Diamante!" Zi Yan gritó de sorpresa, luego rápidamente se tapó la boca, dejando solo un par de ojos visiblemente sorprendidos.

¡Oh cielos! ¿Cómo podría ser el Rey Simio Diamante? ¿Cómo podía ser tan mala su suerte? ¡Momentáneamente, Zi Yan estaba al borde de las lágrimas!

"¿Rey Simio Diamante?" Su Luo bajó la voz y preguntó en un susurro.

"¿Nunca has oído hablar del Rey Simio Diamante? ¿Viniste al Bosque Oscuro sin hacer tu tarea?" Zi Yan miró sin palabras a Su Luo.

"No me he estado cultivando durante tanto tiempo, además, la mayor parte de mi tiempo lo dediqué a refinar la medicina, ¿cómo puedo saber esto? Ya que lo sabes, dímelo rápido". Su Luo instó a Zi Yan.

Zi Yan agitó las manos: "Está bien, está bien, te lo diré, los simios diamante son un tipo de variante de simio, su cuerpo puede crecer más de diez metros, además, ¡el que tiene dos cabezas es el rey de los simios diamante!"

"¿Es fuerte?" Su Luo preguntó con el ceño fruncido.

"Tonterías, el Simio Diamente es al menos un octavo rango, pero este es su rey, ¿qué piensas?" Mientras hablaba, Zi Yan también se estaba retirando, "Oye, te estoy diciendo que no te acerques, apúrate y retírate mientras todavía está durmiendo. Si se despierta, ambas terminamos aquí".

Su Luo pudo escuchar las palabras y el tono de Zi Yan, que el Rey Simio Diamante era extremadamente poderoso, no algo con lo que pudieran lidiar en este momento.

El corazón de Su Luo estaba un poco alarmado.

Eso también es correcto, un Rey Simio Diamante tan fuerte no era algo que pudieran permitirse ofender. Con esto en mente, llevó al pequeño dragón divino y se retiró.

Sin embargo, a veces, la suerte de Su Luo era sinceramente mala.

Justo cuando los dos habían retrocedido de puntillas unos diez pasos, de repente, se pudieron escuchar los crujientes sonidos de pasos provenientes del exterior de la entrada.