The Demonic King Chases His Wife [Parte 5] [Trad. al español]

Capítulo 876: Hada Yan Xia (8)

Capítulo 876: Hada Yan Xia (8)

No era como si Li Yaoyao no hubiera pensado en hacer lo que hizo Su Luo en el pasado, cortar la vid de color cian. Sin embargo, el problema era que ella no tenía una daga tan afilada en su poder, además, ¡esta enredadera de color cian era resistente e irrompible!

Inmediatamente después, hubo otro sonido pesado que hizo eco.

Li Yaoyao fue arrojada sobre el pilar de hierro de la jaula de hierro.

Un golpe tan fuerte, pero la jaula de hierro ni siquiera se movió un poco. No hubo ni un poco de hundimiento en absoluto.

Lo que Li Yaoyao acaba de decir antes no estaba mal. No sabía de qué tipo de material estaba hecha esta jaula de hierro. Si la persona encerrada en el interior quisiera cortar la barra de hierro para escapar, este asunto sería imposible.

Su Luo aplacó el árbol de acacia.

Como resultado, habiendo logrado su objetivo con éxito, el árbol de acacia bailó alegremente alrededor de Su Lio en círculo. Solo entonces volvió felizmente a su espacio.

Su Luo tenía los brazos cruzados y miró con arrogancia a Li Yaoyao, quien había sido arrojada al suelo: "Si lo hubieras dicho antes, ¿no hubiera sido mejor? Entonces, no habría sido necesario que hubieras sufrido este dolor físico".

Las manos de Li Yaoyao estaban apretadas en puños a su lado, cada vena azul en el dorso de su mano había salido.

¡Abominable, odiosa!

Se mordió los dientes traseros y miró ferozmente a Su Luo.

"Su Luo, al final, ¡qué tipo de pecado engendré en mi vida anterior, para poder encontrarte en esta vida! ¿Por qué tienes que competir conmigo todo el tiempo?" Si le preguntas a Li Yaoyao a quién odiaba más en esta vida, Su luo era completamente digna de ocupar el primer lugar en su corazón.

Su Luo suspiró levemente y la miró: "Li Yaoyao, creo que estás equivocada en una cosa".

Al mirar el par de hermosos ojos de Li Yaoyao, la tez de Su Luo se volvió fría. Extendió la mano para contar: "Primero, siempre fuiste tú quien compitió por las cosas conmigo, y no yo quien discutió los asuntos contigo. En segundo lugar, siempre fuiste tú quien me provocó, y no yo quien te provocó a ti. En tercer lugar, dado que me querías muerta, ¿por qué no iba a luchar por las cosas contigo?"

"Como resultado, antes de culpar a los demás, ¡primero piensa en lo que tú misma has hecho!" Los ojos de Su Luo eran fríos y tiránicos.

La familia del Lago de Jade la había perseguido sin descanso, luego la atacaban y la trataban continuamente de matarla. Si no fuera porque su línea de vida era larga, entonces ya habría muerto. ¿Cómo podría haber vivido hasta hoy?

Una luz fría se condensó en los ojos de Li Yaoyao: "Luché por cosas contigo, te provoqué y perseguí para matarte, ¿y qué? Soy la princesa de la familia Li del Lago de Jade, y tú eres solo barro en el suelo. Basándome en ti, un tipo de barro, ¿crees que estás en condiciones de pelear conmigo?"

Su Luo la miró con desprecio. La comisura de su boca se elevó en una sonrisa burlona: "Entonces, ¿y ahora? Tú, esta noble princesa, ¿no estás siendo pisoteada por mi pie, el barro blando, ahora mismo?"

Su luo extendió un pie y con desprecio pisó el abdomen de Li Yaoyao.

Esta postura fue extremadamente arrogante.

"¡Robaste a mi Tercer Hermano Mayor, robaste a mi maestro Rong Yun, te mataré! ¡¡¡Definitivamente te mataré!!! " ¿Cómo podría Li Yaoyao soportar que alguien pisase su cuerpo? Esto fue simplemente demasiado vergonzoso y humillante.

Ella juró en secreto en su corazón: ¡Incluso si moría, arrastraría a Su Luo para ser enterrada con ella!

"Si realmente les agradastes y se hubieran fijado en ti, ¿cómo podría haberlas robado?" Su Luo usó una mirada comprensiva para mirarla, "Es más, desde el principio, nunca te pertenecieron".

"No, fuiste tú quien se las robó, fuiste tú quien las robó!" Li Yaoyao gritó en voz alta de una manera loca.

"Eso es que crees en tus propias mentiras y tus propias ilusiones". Su Luo repetidamente la golpeó cruelmente psicológicamente.

Su Luo no era una santa, si otros la hacían daño y luego que no pidieran que fuera magnánima y generosa.

Su corazón no siempre había sido tan grande, quien se atreviera a provocarla un tercio de metro, entonces se lo devolvería diez veces por tres metros.

Ella y Li Yaoyao ya estaban en un punto sin retorno. Ahora, ella tenía una oportunidad, naturalmente, también debía exigir la devolución de algunas de estas deudas.

Justo cuando las dos estaban en medio de una pelea incesante, el sonido de pasos helados llegó desde la escalera de caracol.

Su Luo dejó a un lado a Li Yaoyao, su mirada se dirigió hacia el lugar de donde provenía el sonido.