The Demonic King Chases His Wife [Parte 5] [Trad. al español]

Capítulo 921: Encontrando a Yun Qi (2)

Capítulo 921: Encontrando a Yun Qi (2)

"¿Una persona muerta? Eres muy estúpida ¿No ves que el cuerpo de esa persona está emitiendo un poco de poder espiritual? Si fuera un cadáver, ¿podría emitir poder espiritual? ¿Cómo puedo tener una doncella de palacio tan estúpida como tú? "

"Oh." Cui Yu recibió sus instrucciones, alabando apresuradamente: "Su alteza, la princesa aún es más inteligente".

"Eso es porque eres demasiado estúpida". La pequeña princesa le echó arrogantemente una mirada.

"Esta sirviente es estúpida, no es como si su alteza la princesa no se hubiera encontrado con nadie por uno o dos días". Cui Yu murmuró.

La pequeña princesa tuvo su mano detrás de su espalda y se fue, luego de repente detuvo sus pasos y se dio la vuelta para mirar a Cui Yu: "Esta princesa sabía que eras estúpida, simplemente no sabía que eras estúpida hasta este grado".

Cui Yu: "..."

Las palabras de su alteza, la princesa siempre eran tan afiladas, sin dar un hilo de consideración, ah. Sin embargo, no era de extrañar, a esta pequeña princesa la familia real adorada, de hecho, tenía las calificaciones para no darle a nadie respeto.

En este momento, la pequeña princesa Yulin, que parecía que una anciana con sus manos que se cruzaban detrás de su espalda, sin prisas paseaba.

Cuando se paró en la cubierta, un gran grupo de personas la siguió con un sonido 'whoosh'.

Proteger a la princesa era una gran responsabilidad, nadie se atrevía a bajar la guardia.

En este momento, el cuerpo de Su Luo, que fluía con las olas, se acercó aún más al yate.

"Ve, pesca a esa persona". La pequeña princesa, llena de manera imponente, de manera arrogante, ordenó a sus subordinados.

En realidad, quería ver, por qué esa persona que se parecía a un cadáver, podría emitir poder espiritual. La daba mucho curiosidad.

La princesa ordenó, naturalmente, las innumerables personas se apresuraron a ganar la aprobación.

Así, la pequeña princesa escogió descuidadamente a una criada con buen cultivo: "Ve tú".

La doncella aceptó la orden y fue, sin embargo, antes de que ella hubiera caminado varios pasos, la esquina de la boca de esta pequeña princesa se enganchó de repente en una extraña sonrisa: "Espera".

La criada del palacio se inclinó y se detuvo.

Este temperamento de la princesa era extraño y volátil. Nadie podría adivinar lo que estaba pensando en su pequeña cabeza.

La pequeña princesa resopló: "Si esa persona es hermosa, entonces la recoges. Si ella no es hermosa, entonces le clavas una lanza en la espalda para alimentar a los peces, para no ensuciar los ojos de esta princesa ".

Terminando de hablar, ella agitó la mano, despachando descuidadamente a la criada para que fuera: "Está bien, está bien, rápido, rápido".

Una vez que la princesa dijo estas palabras, las personas que la rodean no tuvieron reacción.

Porque todos se habían acostumbrado a ello.

Estaban acostumbrados a esta princesa diciendo palabras asombrosas con un hábito de juzgar a uno por las apariencias.

Las criadas y los eunucos del palacio por el lado de la pequeña princesa, fueron elegidos específicamente por ella, para complacerla.

Sondeando todo el palacio, las criadas y los eunucos que se veían bonitos habían sido escogidos por ella.

Este hobby de la joven, si se ponía en tiempos modernos, sería severamente incontrolable. Debido a que ella era la pequeña princesa más adorada por el Emperador de Jin Occidental, podía llevar a cabo esta afición de la suya.

La criada saltó hacia el agua, nadando muy rápidamente a la ubicación donde estaba Su Luo.

La mirada de la princesa era afilada, si solo usaba el noventa por ciento del esfuerzo en lugar del cien por cien, entonces, en ese momento, la princesa definitivamente sería despiadada y no le daría tregua.

La criada, pensando en esto en su corazón, aceleró aún más. Muy rápido, ella se acercó a Su Luo.

En la fracción de segundo cuando vio Su Luo--

"Ah..." los labios de la criada gritaban sorprendidos.

¡Oh, cielos, una joven hermosa!

Solo se podía ver a esta joven que se acaba de acostar en la superficie del río, con los ojos bien cerrados, sus dedos apretados firmemente.

Simplemente con ver sus características faciales eran tan exquisitas como para ser la perfección. Ella no tenía maquillaje aplicado en su cara, pero su piel era delicada, tan elegante como para conmover. Simplemente tan hermosa que hacía que la gente dejara de respirar.

Ese vestido de color claro, la hacía parecer una hada, enviando luces en todas las direcciones. Su resplandor la iluminó y atrajo los ojos de la gente.

Esto... ¡Simplemente era aún más hermosa que la pequeña princesa!

Simplemente... cegaba los ojos.

La criada del palacio lo sabía, si ella llevaba a esta mujer, a su alteza, la princesa, sin duda le encantaría, y en ese momento, ganaría crédito meritorio.