Capitulo 2. Persigue Tus Sueños

573 56 170
                                    

Cinco

Mi nombre es numero cinco, aunque también lo es Cinco Hargreeves. Nunca quise un nombre porque lo creo un símbolo de que ya estoy destinado a algo y a menos que un nombre signifique "viajero del tiempo y del espacio" no necesito uno.

Tengo seis hermanos adoptivos, después de que el excentrico millonario Reginald Hargreeves nos adoptara para que fuéramos su experimento y cumplieramos su sueño de una familia de super héroes, ya que tenemos dones que nos hacen extraordinarios, aunque yo nos considero más como fenómenos.

Y estos son: Numero uno, Luther que tiene superfuerza; Numero dos, Diego puntería con los cuchillos; Numero tres, Allison el rumor; Numero cuatro, Klaus interacción con los muertos; Numero seis, Ben tentáculos de su estomago y numero siete, Vanya, mi pequeña hermana Vanya... la única en esta casa que es normal.

Desde que eramos pequeños y comenzamos con nuestros entrenamientos para ser los heroes del mundo, padre nos prohibió a nosotros seis hablar con Vanya. ¿Su excusa? Que ella tenia una grave enfermedad y nos podíamos contagiar.

Y como cualquier niño, le creímos a nuestro padre, aunque ahora sabemos, o mejor dicho se, que su enfermedad realmente no es más que depresión, por el mismo daño que le hicimos a través de los años y que casi todos le siguen haciendo.

Nunca me gusto tratarla mal o burlarme de ella, como el resto de nuestros hermanos, solo por no tener poderes. Ya que en algún momento yo desee no tenerlos y poder ser como cualquier otro niño, poder una vida normal y no tener que preocuparme por salvar a los demas antes que a mi.

La primera vez que hable con ella fue una noche en la que padre me había castigado por ayudar a todos, excepto a Vanya, a escapar de la casa por unas horas cuando teníamos trece años y me había prohibido bajar a la cena. Así que espere hasta que todos estuvieran durmiendo y cuando creí que ya lo hacían baje a la cocina.

Me quede petrificado al verla en la cocina, jamas imagine que alguien estuviera despierto a esas horas de la noche, pero ella lo estaba. Vanya no me había visto, estaba concentrada tarareando una canción y me estaba dando la espalda. Pensé en huir, pensé en correr antes de que pudiera decirle a padre que había desobedecido sus ordenes de nuevo.

Pero mi cuerpo me hizo una mala jugada, estaba justo a punto de teletransportarme cuando mi estómago rugio. Moria de hambre y mi cuerpo no estaba dispuesto a pasarla esa noche. Y entonces ella volteo para ver de donde provino ese ruido.

Ambos estábamos asustados, ambos estábamos perdidos en la mirada del otro y ambos queríamos huir de ahí tan pronto como fuera posible. Pero por una razón los dos estábamos ahí y eso es lo que nos incitaba a quedarnos, los dos teníamos un propósito cumplir, yo saciar mi hambre y ella lo que sea que estaba haciendo.

Entonces ella rompió el contacto visual, bajo la mirada como siempre lo hacía en la presencia de alguno de nosotros. Queria solo ignorarla y cumplir mi propósito de conseguir algo de comida, pero no pude, extrañamente me molesto que ya no me dejara ver sus hermosos ojos cafés, yo quería seguir perdido en esa mirada a la que nunca le había prestado atención.

Por favor no les digas -dijo Vanya en voz baja temblorosa mientras seguia viendo el suelo-

¿No decir que? -se atrevio a preguntar Cinco mientras la miraba confundido-

Voltee a ver detrás de ella y pude ver el horno encendido, ella estaba cocinando algo, pero no
sabia que era. Inspeccione la cocina con mi mirada y pude ver harina, masa, chispas de chocolate y una pila de cosas sucias. Solo entonces caí en cuenta, ella era quien preparaba las galletas que aparecian mañana tras mañana en nuestras habitaciones.

Un Futuro sin Futuro (Pausada Temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora