Estaba arreglando un poco de ropa que había sacado ya que no me queda más, decidí ir a un lugar para donarla y que gente que necesita la usará. Dejé la ropa en una bolsa plástica negra para ir mañana al lugar y dejarla junto a otras cosas que había sacado de los rincones de mi habitación. Miré como el gatito subió a la cama y se sentó en el centro de esta mientras miraba lo que hacía, me acerqué a él y le di un pequeño beso en su cabecita. Hace unos días lo llevamos al veterinario y le hicieron muchas cosas por eso es que ahora ya está mucho más imperativo y siempre pasa en mi habitación. Tome mi teléfono y le tome un video donde salió muy tierno.
- eres hermoso mi amor — dije y lo acaricié —
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Subí el video a mi historia de Instagram y dejé mi teléfono a un lado para empezar a jugar con el, como había dicho ha estado muy imperativo estos días pero lo bueno es que no a mordido nada de nosotras o bueno mias quien sabe si ya le hizo algo a Madison. Escuchamos la puerta de mi habitación abrirse y miré a mi otro bebé entrar a la habitación y de tiro a la cama a lo que el gatito saltaba y se tiro encima de él.
- Donde está el gatito más lindo de esta universidad? — pregunto y el gato saltaba encima de él —
Jungkook ha estado viniendo seguido a ver al gatito o quien sabe si a mi, después de que dijo que sería mala idea tenerlo aquí ahora parece que no se quiere separar de él.
- y a mi no me piensas saludar? — pregunté con un leve puchero en mis labios —
Se acercó a mi y beso mis labios, sentí como el gato rasguño leve mi brazo haciendo que me separar de Jungkook.
- pensé que tú y yo estábamos en el mismo equipo, ahora me traicionas — dije y volvió al pecho de Jungkook —
(...)
Estábamos en el campus viendo la práctica de Jungkook, en dos días sería el famosísimo partido de fútbol y en verdad se ha estado preparando mucho. Mientras miraba como práctica, miré a Sehun hablar con sus amigos mientras señalaba a mi novio. Dejando eso a un lado, tome mi teléfono y le marqué a Madison para que viniera a hacerme compañía. En lo que esperaba a Madison, miré a esa tal Mina con sus otras amigas. Ella era parte del equipo de porristas y lo único que hacía era alentar a mi novio cuando sabe que estoy aquí presente.
Madison llego y se sentó al lado de mi, ambas mirábamos a aquella tonta dandole porras a mi novio pero el no le daba nada de atención. El entrenador quería que se dividieran para suponer que unos eran el equipo contrario, empezaron a jugar y estaba sorprendida por lo bien que mi novio jugaba fútbol. Lo había visto varias veces en la escuela pero ahora a mejorado mucho más, Madison había traído unas cuantas chucherías y aquí estábamos comiendo mientras mirábamos a los chicos jugar.
