Capitulo XX

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Por Tommy.

- Te noto un poco pálida. ¿ Duermes tus ocho horas como te lo recete? - le pregunto Arissa a Victoria. - Te duele algo?

Lo que Arissa no sabe es que toda la noche de ayer no la pasamos haciendo el amor, en la casa ya no había ni un solo espacio que no estuviera libre de culpa, agradezco al cielo por no tener vecinos.

- Ah no nada que ver . - mintió.
- He dormido muy bien y no me duele el cuerpo el antídoto tuvo muy buenos resultados.

- Nada de actividad física. - Arissa intuía algo. - Si digo nada es nada.

- Se la pasa durmiendo, comiendo y durmiendo. - Interrumpí la conversación. - Está bajo mi cuidado.

- Es el vestido azul, la hacé más pálida. - Jasón dejo una carpeta azul en la cocina. - Yo la veo con ojeras.

- El azul claro me deja pálida. - tomo de su vaso de agua. - Todo normal.

- Incluso estamos pensando en unos laboratorios para la siguiente semana.- por mi mente no dejaba de pensar en la pastilla del día siguiente que horas antes Víctoria se había tomado. - Todo en orden come y duerme bien.

- No es para tanto. - opino Victoria. - No es la primera vez que me muerde una serpiente.

- Eso es cierto. - encendí mi cigarro. - Te pela la verga el veneno.

- ¿ Se conocen desde hace tiempo? - pregunto Arissa.

Por mi mente solo pasaron los Miles de momentos que hemos vivido, Marruecos, Madrid, Grecia, Italia y a todos los países que visitamos por las locuras que nos lleva a seguir y seguir.

- Solo lo suficiente.

Así paso la tarde jugando Jenga, tomando cerveza hasta que la noche llegó y nos tuvimos qué ir y justo ahora estábamos metidos en el tráfico.

- Mis padres me odian. - recargo su cabeza en el vidrio de la puerta. - ¿ Cómo les voy a explicar todo esto?

- Sencillo. Solo les dices "me fui a Brasil" .

- Hay si claro les diré "mamá papá acabo de regresar con el amor de mi vida".

Dejé reposar mi mano en su pierna realmente me relajaba toda la situación, la música de fondo y el tráfico me tenían en otro mundo, el clima estába cálido y solo estába el tráfico haciendo las suyas.

- Tu celular está sonando. - Victoria se movió de su asiento y tomo el celular. - ¿Contesto?

- Sip.

Una risa con la música de fondo de un carrusel se escucho en la bocina del teléfono. - Me alegra tanto saber de ustedes dos. Tengo algo para ustedes espero que sean de su agrado y disfruten lo poco qué queda de su estadía en el mundo.

- Me lleva la verga. - apague el teléfono y mi cerebro dios mil vueltas quería huir de todo y dar con Caimán y yo mismo darle muerte.

- Amm Tommy. - la voz de Victoria me saco de mis pensamientos. - Mira al frente.

En el espectacular de la ruta que siempre tomábamos estába un dibujo de un lagarto aplastando una carta de póker con letras en rojo "Muy pronto".

- No vas a salir de Brasil. - me gire para verla. - Te queda prohibido salir de la casa o intentar hacer algo.

- ¿ Quieres hablar de eso? - su mirada reflejaba miedo. - ¿ Tommy habla conmigo?

- No.

Al llegar a casa lo único que hice fue esperar a que ella se bajara del auto y asegurar qué la casa estuviera bien. En cuanto la Vi entrar me fui de la casa, está noche estaría Brasil de cabeza y yo me encargaría de todo eso.

Le hablé al equipo, los necesitaba más que nunca. Acomode las estrategias y me me subí al comandó. Mi traje era un pasamontañas negro, una carga de póker con el diamante rojo, chaleco y todo lo que necesitaba en color Negro.

Prepare al comando y mandé cinco de mis mejores hombres a limpiar territorio en las calles, hoy me llevaría el dinero de Caimán y lo dejaría en ceros, quemaría sus casas de lavado y dejaría un mensaje.

Antes de subir a la camioneta le hablaría por teléfono, extrañe mucho su ayuda antes de entrar en guerra. Espere que me respondiera eran las cuatro de la mañana.

- Dime qué estás bien y qué ya vienes de regreso. - su voz adormilada me hizo estremecer. - Ven te extraño me acostumbré a dormir contigo.

- Claro solo arreglo unas cuantas cosas y me regreso a casa. - mentí. - Te prometo que cuando despiertes estaré contigo por la mañana.

- Te amo. - suspiro. - Ya te extraño.

Ahora solo había disparos, sangre y el deseó de salir con vida de cada lugar, las casas de seguridad habían quedado en ceros ya no había dinero de por medio, la policía tendría muy Buenas investigaciones el día de hoy, la morgue estaría de manteles pues ya había salido el sol y la cuenta bancaria del escuadrón había quintuplicado su valor por las escenas de hoy.

Tenía a dos hombres heridos, pero todo estaba bajo control. Todos tendríamos que tener perfil bajo y una máxima en seguridad, Caimán vendría por mi y cualquier persona involucrada con el escuadrón.

Cuando llegue a casa eran las diez de la mañana, no había dormido nada y solo quería darme un baño y descansar. Cuando entre a mi habitación note que Victoria se había quedado dormida con el teléfono en las manos, me estuvo marcando las treinta llamadas perdidas daban mucho que decir.

Mi piel al estar en contacto con el agua fría solo quería sentir el calor de mi edredón y el cuerpo de Victoria, me metí y me deje llevar, mis ojos me pensaban al imaginar toda la guerra que había desatado.

Prohibido Enamorarse de Valky D' NaipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora