Capitulo XII

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El sol había salido. Tommy estaba a mi lado y aún parecía dormido. No supe ni como fue que pasó.

Prendí mi celular y si exactamente las doce del medio día.

— Buenos días. Si voz adormilada me hizo sentir bien. — Tengo hambre.

— Yo solo quiero dormír un poco más. Me pare de la cama y fui directo a la cocina. — ¿ La boda a qué hora es?

— Debemos estar en la iglesia  a las siete ya que habrá sesión fotográfica con los más cercanos. ¿Café o té? —me pregunto.

— Té. —le respondí. Me senté en la isla de la cocina mientras pensaba en que preparar para el desayuno. — ¿Y como fue que alguien de tu escuadrón se casara?

— Es sencillo yo planee una misión y  un tonto fué a una costa y se enamoro al principio dijo "me la follo y bye bye" pero se enamoro.

— Oh entiendo. Me pare y fui directo a la estufa. — Haré hot-cakes ¿Vas a querer?

— Eso no se pregunta. —me guiñó un ojo.

En la cocina estuvimos haciendo de todo, sacando frutas, picando nueces y hasta preparamos una maltéada monstruosa.

Acomodamos la mesa y empezó el "cometo todo por qué si no, no sales". En la mesa está de todo lo qué te imagines que se puede combinar con hot-cakes.

— Te vas a comer todo lo qué está en tu plató. Su voz era casi imposible de entender ya que tenía comida en la boca. — No quiero que estés pálida y con la típica frase tuya "me falta azúcar".

— Ya tengo más apetito. —rode los ojos. — No era azúcar mis niveles de hierro bajan dependiendo el umbral de dolor que se presente por mi ciclo menstrual.

— ¿ Sigues con mucho dolor? —me pregunto mientras servía más malteada en mi vaso. — La última vez se te Vi morir de dolor te tuve que llevar al hospital por qué te desmayaste.

— Ni que lo digas. De tan solo recordar ese evento me daban náuseas. — Todo fue tu culpa por perder el keterolaco de mi bolso.

— No es normal que te mueras de dolor. —me amenazó con el tenedor. — Y todavía preguntas si quieres tener hijos.

— Nah. Bebi de mi copa y me metí un poco de más helado en mi plato. — Ya no pienso en tener hijos.

—JaJaJaJa. — se rió. — ¿ Recuerdas los sustos que nos metimos?

— Cállate. —mi voz sonó dura y cortante. — La prueba dió positivo y no estábamos en condiciones para ir por una clínica y no estábamos preparados para ser "padres".

— Cuántas pruebas hicimos, yo digo que más de cincuenta. — se rió. — Era horrible quedarnos sin preservativos.

— Mejor dicho. —me Cruze de brazos. — No pasa nada me vengo a fuera.

— Y tú tan de "sin preservativo no me lo metes. — su voz sonó algo aniñada.

— Yo no me voy a meter Hormonas. —me rei.

Toda el desayuno fue entre gracioso y anécdotas de lo vivido. Limpiamos la mesa y recogimos absolutamente todo  .

En la casa estaba reinando la paz y tranquilidad, era bueno sentirse con la plena seguridad que nada malo te podía pasar, tenía años que no me sentía protegida. Esta parte de mi vida la llamo "tranquilidad".

Para ser más concreta con la situación   y como estaba fluyendo todo es súper sencillo. Pues estamos jugando mortal Kombat y pedimos pizza porque sabíamos qué ya nada nos despegaría de la consola.

Prohibido Enamorarse de Valky D' NaipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora