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Al asomarse el alba, los pequeños pájaros comenzaron a cantar ruidosamente, bastante molesto haciendo que las personas empezaron a despertar para realizar sus labores diarias...
Y una albina sólo estaba con la mirada fija en el techo. Tenía una leve tonalidad morada bajo sus ojos y sus labios curvados hacia arriba en una pequeña sonrisita orgullosa.
-(Tarde toda la noche pero valió completamente la pena)-pensó alegre mientras daba pequeños saltitos hacia el baño, había trasnochado para lograr dominar esa postura de su aliento... Aun no lo lograba, pero había avanzado bastante y solo con eso sentía que valió la pena
Se dio un relajante baño mientras pensaba e intentaba relajar sus músculos después de haberlos puesto a prueba toda la noche. Soltó un chillido emocionada por saber con que pilar iría a su primera misión.
-(¿Será la Pilar del amor?)-Sería genial ir a su primera misión con la Peli-Rosa de su amiga-(O... ¿Podría ser el pilar de la llama? Hmmm no creo, tal vez podría ser el extravagante pilar del sonido)-debatía mentalmente mientra se colocaba su uniforme e intentaba abotonar la camisa de este-(jump es algo abierto en el pecho, mucho mejor así no tendré calor en verano~)-Pensó mientras observaba la "abertura" como ella le decía de su uniforme, aunque ella no supiera lo que estaba utilizando era un escote
-—¡Buenos días Aoi-Chan~! —saludó alegremente a la azabache
Por su humor tan positivo no daban ningún indicio alguno de cansancio o desgaste, nadie pensaría que alguien que estuvo toda la noche entrenando su cuerpo arduamente se vería tan fresca, como una hermosa flor en plena primavera.
—Buenos días, (T/n)-San. —La joven enfermera estaba tomando un té, su cabello no se encontraba amarrado en sus 2 coletas tan características de esta misma —Es bastante extraño que te hayas despertado a estas hora ¿Se puede saber el porque? —Se notaba que está seguia algo adormilada puesto que parecía ser alguien más tranquila y paciente, solo era de esperar unos minutos hasta que su carácter volviera a la normalidad
—¡Hoy es mi primera misión Nfu! —hablo mientras tomaba un reconfortante té que le había servido la Kanzaki
—Sabes qué son las 6 de la mañana —Contestó tranquilamente la azabache mientras poco a poco se iba despertando y volviendo a su típico humor de siempre
—Ah tienes razón. —comentó mientras dejaba su taza y volvía de regreso a su habitación —Nee Nee Aoi-Chan ya regreso~
A paso lento se adentro a ese cuarto donde había estado viviendo estos días y busco con la mirada esa pequeña bolsa de tela que la mañana anterior su querido amigo animal había traído.
