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-("Kami-Sama... si realmente existes, solo una cosa te pido")- Una mujer en el suelo miraba el cielo con su nublada vista y su casi nula conciencia -("Que ella vuelva a casa, que crezca, que mi hermanita este a salvo, que tenga una hermosa y sana familia, quiero... Que hagas lo que yo no pude hacer")- Cerro lentamente sus ojos mientras respiraba de manera tranquila, aun que su mente podia enteder que esa cuenta regresiva significaba su final -("Protegela, solo eso pido")- Podía escuchar a su captor llegar a los últimos números -("Supongo que esto es un adiós al mundo humano")-
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Y una albina despertó cayendo de su cama, impactó directamente su cara contra el frío suelo de madera de la finca mariposa.
-(O-Otra pesadilla...)-Suspiro pesadamente, esta era una de las razones por la cual odiaba quedarse dormida, esos constantes sueños que la atormenta desde que se transformó en ángel la perseguían siempre
Algunos ángeles sabios le decían constantemente que esos sueños que tenía eran las visiones de la muerte de humanos los cuales estaban destinados a convertirse en futuros ángeles guardianes.
Otros, simplemente pensaban que eran los últimos momentos de personas que murieron y decidieron renacer en el nuevo mundo humano.
Sea cual sea la razon detras de estos, eran molestos y los sentía tan real que llegaba a congelarle la sangre.
Mientras soltaba un suspiro nuevamente, volvió a recostarse con la vista posada en el techo de su habitación encerrándose en sus propios pensamientos sobre ese extraño sueño y entrecerrando sus ojos intentando ajustar su visión a la luz diurna.
—¡(T/n)-Chan! ¡(T/n)-Chan! —Tres niñas entraron de golpe a la habitación reventando la burbuja de pensamientos en la que se encontraba sumida la recién nombrada —¡Buenos días! —Una linda escena la distrajo de sus pensamientos, el trío mariposa le había llevado un desayuno de deliciosa pinta a su cama
