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Confundidos y extrañados... Esas eran las palabras casi perfectas para describir las caras de los pilares; los Demon Slayers más hábiles, fuertes e inteligentes de la asociación de cazadores de demonios estaban reunidos en una sala admirando una hermosa lechuza blanca ubicada en la mesilla de la habitación.
Blanca cual nieve y con sus luceros portando un intenso color zafiro con su pico sostiene una carta con un nombre escrito en ella con tinta dorada con una caligrafía fina y delicada.
-¿Qué rayos? -Observó asombrado al animal de colores tan extraños que parecieran un ser irreal; Sanemi Shinazugawa, pilar del viento
-Creo que quiere que se la entreguemos a alguien... -dijo mínimamente sonrojada Mitsuri Kanroji, mejor conocida como portadora del cargo del pilar del amor -¡Qué linda! -susurro la encantadora chica peli-rosa
-Ara~ Ara~ -Shinobu Kochō, la pilar del insecto soltó estas suaves palabras-Es para Oyakata-Sama... -Tras decir esto los pilares miraron la carta en un incómodo silencio ¿Quien se atrevía a mandar una carta directa al patrón y cuáles eran sus intenciones?
-...
-Mandar una carta en una lechuza blanca ¡Qué extravagante! -exclamó eufórico Uzui Tengen, pilar del sonido, alias "El gran señor extravagante de las tres esposas" -Me gusta. -Concluyó el albino de luceros rojos
-Supongo que alguien se la tendrá que entregar... -agregó con su característicotono frío él mismísimo Giyū Tomioka, alumno de Urokodaki y portador de la respiración del agua
El más joven de los pilares, el pilar de la niebla Tokitō Muichirō, sólo se encontraba mirando al ave fijamente y sin escrúpulos algunos, esta misma le recordaba a una nube blanquecina decorando el azul cielo. Le interesaba bastante.
-Rezaré para que esta carta no contenga malas noticias. -dijo con algunas lágrimas bajando por sus mejillas; Himejima Gyōmei, pilar de la roca o el gigante amable... Como prefieran decirle a este fortachon pilar
-Dé seguro será algo sobre demonios -comentó algo aburrido el pilar de la serpiente, Iguro Obanai
-No seas tan pesimista Iguro-San. -Nuestro querido y amado Kyōjurō Rengoku, pilar de la llama, había hablado -Podrían ser buenas noticias. -Finalizó con su característico tono de voz
-Y... ¿Qué hacemos con el pájaro?.-De nuevo habló el portador de la respiración del viento, haciendo que la mayoría de los presentes pensaron esa incógnita
-Supongo que volverá con su dueño -Contestó la Peli-Negra de puntas moradas -O también su dueño la busca-... -El ave dio un graznido llamando la atención de todos los presentes -De acuerdo... Le ire a entregar la carta al patrón. -Con su típica sonrisa se retiró del lugar, no se iba a hacer cargo de un pajaro y menos cuando tenia pacientes que atender en su finca
