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Una mujer de ojos bicolores estaba concentrada viendo el techo de su habitación en la finca de un cazador de demonios, lo observan tranquilamente como si esta fuera la cosa más interesante en el mundo humano. Era un lindo techo por parte del hogar del portador de la respiración del viento, pero nada más.
Esa semana había sido tranquila, sin alguna misión que sobresaliera del resto. Pero desde su punto de vista, esa había sido la más angustiante de su "vida", no pegó el ojo ninguna noche y tampoco en el día. Esto le ayudo un poco en sus misión junto a otros cazadores, la despejaba, pero, apenas aniquilaban al demonio y se separaban su mente volvía a pensar en que pasaría.
Símplemente cuándo el sol desaparecía y la luna se abría camino entre las tranquilas nubes que eran acompañadas por las deslumbrantes estrellas, ella se encerraba en sus caóticos pensamientos tanto como en sus temores sobre esa prueba bastante letal para los jóvenes aprendices.
-(Ya pasó casi 1 semana, Kanao y Amaisan ya deben de estar por terminar la Selección Final)-suspiró aliviada, mientras se levantaba de su futón y marchaba a paso lento y perezoso en dirección a la cocina de su hogar temporario en el hogar del viento -(les preparé una rica comida~, esperó que se hayan alimentado bien)-Comentó mentalmente mientras se colocaba el delantal y de manera silenciosa preparaba sus utensilios para comenzar a la preparación de los platillos para ambos jóvenes y futuros cazadores
Esa semana también había comenzado a leer un libro de recetas de cocina... quería poder ser mínimamente independiente y no tener que estar esperando la ayuda de otros, eso sería un buen comienzo.
El sol todavía no había hecho su cálida y deslumbrante presencia sobre las casa, pero ya todas las personas que habitaban en la finca del viento estaban más despiertas que nunca.
—Y tú... ¿Por qué estás despierta a esta hora? —habló Sanemi mientras comía del desayuno qué la albina preparó hace unos minutos, le parecia extraño verla tan lúcida en la mañana
—Quiero pasar a buscar a Kanao-Chan y con Katashi-Kun visitaremos a un viejo amigo de él. —dijo mientras tomaba una sombrilla negra y guardaba los Bentos que preparó en su bolso de tela-(No pienso decir que también me fijaré que Amai éste bien, ya se sobre eso de su "Odio y repulsión" falsos sobre su hermano... Es más que obvio y no planeo arruinar las cosas con Sanemi.)-pensó mientras arreglaba su kimono de colores azules —¿Cómo me veo? —Comenzó a hacer extrañas y divertidas poses
—Horrible. —comentó mientras miraba hacia otro lado y seguía comiendo
—Gracias por el cumplido Shina-Kun. —La mujer ya se había acostumbrado al comportamiento algo "agresivo" del hombre. Era solo cuestión de saber llevar su extraño comportamiento hacia las mujeres de una manera relajada, no le parecia agresivo como muchos lo describían, parecía más tímido que otra cosa
