Lonely Hearts | L.H

26

—Esa película fue asombrosa...—canturree mientras pasaba mis manos por su cabello hasta dejarlas detrás de su cuello.

El rubio me regaló una sonrisa coqueta, sus ojos se habían entrecerrado un poco y el hoyuelo había aparecido y sus manos estaban mi cintura atrayéndome a él con lentitud.

—Fue una muy buena noche —susurró.

—Creo lo mismo, solecito.

Acorte la poca distancia que había entre los dos y sonreí a unos pocos milímetros de sus labios, su respiración chocaba con la mía y estaba más que emocionada por estar así con él.

—Eres tan hermosa Bella.

—Tú también eres tan hermoso Luke.

—Hablo en serio Bella, no sé qué demonios fue lo que hice bien para tenerte en mi vida.

—Hay veces en las que eres de lo más tierno.

Nos mantuvimos en silencio por un tiempo determinado y después me acerqué a él para acabar con la diminuta distancia que separaba sus labios de los míos, sus labios aceptaron rápidamente a los míos y de verdad que no habían palabras para descubrir lo que en ese momento estaba sintiendo. Luke hacía que todos mis sentidos se alterarán con una facilidad impresionante.

—Te quiero Bella —murmuró sobre mis labios—, te quiero cómo no había querido a nadie antes.

Cuando esas palabras salieron de la boca del rubio mi corazón se detuvo por un segundo y después mis emociones habían explotado, no pude evitar sonreír, lo había hecho. Lo había dicho.

—También te quiero Luke.

Bese la punta de su nariz para después darle un abrazo el cual él respondió ante el primer contacto, estuvimos así por unos minutos más las palabras estaban de sobra en ese momento lo único que importaba en ese momento era un cosa y esa era que él me quería y yo lo quería a él. Esto era algo mutuo.

Se alejó un poco de mí para dejar un beso corto en mis labios, con sus manos acarició mi rostro y bebo la pinta de mi nariz haciendo que sonriera.

Maldición esto era simplemente perfecto.

Que me daba miedo pensar que esto era irreal, él parecía serlo lo vi fijamente observando con atención el intenso color azul de sus ojos que parecían como el océano más profundo.

—Te veré mañana, descansa Ángel —canturreo antes de besarme por una última vez.

—Tú también descansa solecito.

Me regaló una sonrisa de boca cerrada antes de darse la vuelta e ir en dirección al elevador se subió y antes de que este cerrara las puertas se despidió con un gesto de manos hasta desaparecer de mi vida, sabía que aún debía de estar sonriendo abiertamente pero díganme que no estaría así.

Luke Hemmings acababa de decirme que me quería.

Entre a mi habitación, me puse de espaldas y me dejé caer a el suelo con una sonrisa en el rostro aún, estuve así durante unos minutos cuando mi celular vibró y lo tomé para ver de qué se trataba y vi que se trataba de etiquetas en Instagram.

Entre y pude ver que eran fotos mías y Luke de hace unos minutos cuando estábamos saliendo del cine con los demás y le di un corazón a una de ellas.

Cuando todos supieron que Luke y yo estábamos saliendo las redes sociales estaban de cabeza había una parte que lo apoyaba y parecían estar bien con ello mientras que la otra mitad solo estaba tirando odio hasta por los codos. Pero así es esto, esto es una de las desventajas que tienes por tener una vida casi pública y muy poco privada.