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XIMENA, ETHAN Y BENNY SALÍAN de la escuela. Todos estaban extremadamente cansados desde la noche anterior.
Ximena no durmió mucho, considerando el hecho de que su cerebro solo estaba enfocado en el brazalete.
¿Y magia?
Honestamente, no tenía ni idea de qué pensar.
─¡Chicos, qué hay!─ Los tres miraron frente a ellos para encontrar a Rory.
Adivinaron que estaba tratando de verse bien ya que llevaba varias capas y gafas de sol.
─¿Rory?─ Preguntó Ximena, frunciendo el ceño.
─Pensamos que estabas muerto─ Dijo Ethan, compartiendo la misma expresión que Ximena.
─Amigo, me siento increíble. Me desperté la mañana después de la fiesta sin asma, sin necesidad de anteojos, y ya casi no tengo que dormir─
─¿Tú también eres un novato?─ Preguntó Benny.
─¡Diablos, no! Estoy moviendo toda la acción de los vampiros, amigo. ¡La gran V! ¿Puedo conseguir un qué-qué?─ Dijo Rory, levantando la mano para chocar los cinco.
─¿Qué? ¿Bebiste sangre humana?─ Ethan preguntó, mirando a Ximena y Benny en busca de ayuda.
Ellos se encogieron de hombros a cambio.
─Dijeron que si no lo hacía, moriría─ Le respondió.
─De todas las personas de Whitechapel High, tenía que ser él─ Le susurró Ximena a Benny.
─¿Tienes alguna idea de lo que te acabas de hacer?─ Le dijo Benny.
─Soy inmortal y todopoderoso, amigo. ¡Kachow─
Los tres se miraron derrotados.
¿Cómo es tan idiota?
Rory se dio la vuelta para ver a tres vampiros de último año apoyados contra un árbol, indicándole que se acercara.
─Lo siento, chicos y doncella, me tengo que ir─ Les dijo guiñando un ojo mientras Benny miraba a Ximena.
Ximena puso los ojos en blanco para no ponerse completamente roja.
─A la iglesia─ Finalizó.
─¿Iglesia? ¿Por qué...?─ Comenzó Ximena antes de que Rory la interrumpiera.
─Lo siento, nena. No hay explicaciones. Un asunto de vampiros ultrasecreto─ Le sonrió Rory.
