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2. Malos Tratos.

-Ey hermano -mi mejor amigo Máx se acercó a mi, chocamos los puños y nos pusimos a caminar hacia dentro de la universidad -. ¿Conoces a la nueva? Va a clase con nosotros -lo miré y sonreí.

-¿Está buena? -Pregunté a lo que Máx carcajeo.

-Puff, no la has visto, pero es difícil, le cruzó la cara a Clark -mi mente voló a Alina, no sabía porqué pero tenía una corazonada de que era ella.

-Mira esa es -señaló a una chica de pelo largo moreno que estaba de espaldas.

Máx se acercó a ella, se giró y efectivamente... Era ella, se me quedó mirando a lo que yo le guiñé el ojo, ella solo rodó los ojos y suspiró.

-Ojitos raros, no creí que ibas a estudiar con nosotros ¿me persigues? -Sonreí sin mostrar los dientes, ella solo rió sarcástica.

-No sabía que estabas estudiado eso, créeme si lo hubiera sabido no me apuntaba a esa clase y para tu información antes de perseguirte me corto las piernas... Imbécil -Máx pronunció un "uhh" yo solo sonreí y me crucé de brazos.

-Te las querrás cortar cuando hayamos follado y te tiemblen -Ella volvió a reír sarcásticamente y asintió.

-Eres de los machitos que dicen follar bien y luego parecen una pasa en la cama -Máx rió, lo miré mal y suspiré acercándome a ella, la agarré de la cintura y la pegué más a mi cuerpo.

-Suéltame gilipollas -la cogí más fuerte de la cintura y le susurré al oído:

-No niegues tanto una cosa, luego la haces más deseada -me separé de ella guiñándole el ojo y entré a la primera clase con Máx a mi lado.

-Buenos días alumnos -saludó el profesor -Hoy tenemos una nueva alumna -Alina se hizo presente dentro del aula.

-Hola a todos, mi nombre es Alina Carey, tengo 18 años y soy nueva en la ciudad -miró al profesor con una sonrisa.

-Rupert deje el asiento libre para la señorita Carey -Máx se quejó -Así aprovechamos y no hablas tanto con el señorito Sinde -suspiró y se levantó. Miré a Alina con una sonrisa victoriosa y se sentó a mi lado -Sinde cuando acaben las clases pásale los apuntes a la señorita -asentí mirando a Alina con una sonrisa.

-¿Por qué estás todo el día sonriendo? Deja de hacerlo me pone enferma -me reí a carcajadas en bajo.

-Ya veo que le molesta todo señorita Carey -ella me miró con una sonrisa.

-¿Me trataras ahora de usted? -Me encogí de hombros.

-Suena bien ¿no crees? -Ella se encogió de hombros.

Préstamos atención a la clase, las tres últimas las teníamos libres, así que me fui a casa, al llegar mi padre ya se encontraba en casa y como siempre discutiendo con mi madre, suspiré y subí a mi habitación.

Los golpes de mi padre rompiendo las cosas resonaban por toda la casa.
Escuché el timbre y bajé a abrir, me encontré a Alina con una sonrisa que al verme se le borró.

-¿Qué haces aquí? -Pregunté serio mirándola.

-Venía a pedirte si me podías dejar los apuntes -suspiré.

-Ahora no es buen... -Los gritos de mi padre insultando a mi madre la sobresaltaron.

-¿Está todo bien? -Preguntó preocupada, yo solo asentí.

Alina y yo nos asustamos al escuchar un cristal romperse y luego el grito de mi madre.
Me giré y corrí a empujar a mi padre, Alina ayudó a mi madre a levantarse y taparse la raja que le había hecho mi padre en el lado derecho del abdomen.