[Cap_N°11]: Zurcando los mares

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El tiempo había llegado debíamos embarcarnos hacia lo desconocido, probablemente muchos naufragarian, pero con suerte podríamos llegar a un nuevo destino. 

La Sombra de la Guerra, Una muerte segura nos expulso de nuestra tierra, pero formaríamos un hogar mientras estemos Unidos, al pensar y entristecerme en medio de nuestros viajes por mar, mi mente se calmaba al pensar que, habíamos tomado una buena decisión, habían pasado semanas en el mar, siguiendo corrientes esperando encontrar aves o pistas que nos pudieran llevar a pequeñas islas o lugares donde poder guiarnos hacia una tierra firme, no mentíria diciendo que no tenía miedo, me aterraba la idea de girar en círculos en medio del mar para volver al mismo lugar. Pero mis preocupaciones fueron ahuyentadas por otras, cuerpos cientos, miles de cuerpos flotaban en el mar, estaban frios, maltratados, con heridas horribles, deformados, algunos monstruos en el mar consumían debes en cuando algunos de los cuerpos, la particularidad de tantos cadáveres es que no pertenecían a una sola raza en particular, la masacre que había sucedido de seguro habría extinto la mayor parte de la vida en el continente.

Lo único que me alegraba era que el mar no era un lugar de interés para los no muertos, o más bien no era un lugar con el que pudieran jugar, por más fuertes que fueran el mar y lo que habitaba en sus profundidades era suficiente para aplastarlos a todos, había aprendido esto en mi vida pasada, nunca subestimar el poder del mar y sus habitantes, nos superaban en numero, fuerzas, terreno, quien quiera que se enfrente al poder del Océano era muy valiente o extremadamente idiota.


Tierra, una isla lo suficientemente grande para arribar y un horizonte mucho más grande al cual zarpar, esta primera isla con un gran volcán sería suficiente para reponer nuestras fuerzas y usar como base de momento, mi idea principal era usarla para buscar aún más lejos, el hedor a muerte seguía llegando y aunque me sentía seguro por el mar entre los undeads y yo… quien sabría si comenzaban a tener la idea de zarpar en busca de nuevas tierras, nunca estaba de más ser precavido, era lo mínimo que podía hacer.

Pero ahora, era momento de asegurar una buena base, en islas medianas como estas sería raro encontrar vida inteligente, animales era lo que más habitaba, después de todo con volcanes en erupción de seguro los habitantes se habrían marchado hace tiempo de una isla peligrosa, pero eso no era un problema para nosotros, no era nuestra idea quedarnos mucho tiempo y tenía ideas para emergencias como un volcán en erupción, después de todo nadie decía que teníamos que quedarnos en la superficie sufriendo por la ceniza y la peligrosa lava, bien podríamos idear una solución en lo profundo del suelo.


Alimentos, había enseñado ya sobre la pesca y diversas herramientas para aumentar la eficiencia en esta, redes de pesca, arpones, cañas de pescar, incluso podíamos hacer granjas para peces, utilizando desechos colocándolos dentro de troncos o caña cerrada podíamos hacer que el plancton y los peces se reunieran para tomar un festín, mientras lo único que teníamos que hacer era pescar con paciencia sin alterarlos mucho para que volvieran al mismo lugar, de esa forma algunos podrían pescar sin tener que usar un bote de pesca.

También recolectábamos frutas silvestres, verduras eh incluso algunas plantas comestibles, aunque amargas crecían rápido y tenían un buen gusto al asarlas metiéndolas dentro del pescado, dejaban un buen gusto en la boca, incluso elabore pequeñas piscinas para evaporar el agua de mar y obtener un poco de sal marina, de esa manera tendríamos un mejor ánimo en cuanto al sabor en la comida.

A pesar de todo el tiempo que nos mantuvimos ocupados nunca dejé de instruir con ideas al enano para que elaborará herramientas de hierro bastante convenientes que nos servían para trabajar y aumentar la calidad, eficiencia, etc, también le ordene que enseñará a algunos goblins así no siempre tendría que depender de el.

Como si fuera una advertencia, más y más cuerpos siguieron llegando por el mar, inundando las playas, era horrible de ver, cuerpos podridos por todas partes. Pero esto hacia mas firme mi resolución de seguir navegando por el mar lo suficientemente lejos, pero no debía apresurarme, no porque el lugar que pudiera encontrar en el mar no fuera ideal, sino porque no quería suicidarme debido a una furiosa tormenta.

Tenía que preparar la isla contra tormentas, posibles erupciones volcánicas, incluso contra cualquier vecino marítimo que decidiera molestar, todo mientras nos las ingeniábamos para reponer alimentos, reparar herramientas, armas, mejorar las galeras, no era un trabajo fácil después de todo, aunque con la frustración del agua constantemente golpeándome la cara en el mar y las lluvias molestas, recordé sobre la tela encerada, podríamos usar grasa para hacer carpas impermeables y abrigos impermeables al agua, incluso podríamos tapar los barcos con mantas enceradas para cuando una tormenta nos azotace, también propuse algunos cambios a las galeras para que fueran menos propensas ah volcarse, eh incluso fueran más maniobrables, tomando como ejemplo los veleros ingleses en algunos aspectos aerodinámicos.

Aunque tenía mucho conocimiento que serviría para la época, era difícil recordarlos todos y cuál podría servir en cada situación con los recursos que teníamos, aveces iban y venían como las olas del mar, era difícil tomarlos en el momento correcto.

Pero después de todo, siempre era mejor tarde que nunca, bueno va siendo hora de que les enseñe a estos chicos como se prepara una buena parrillada con limón, pescado y condimentos.

Reencarne en un OrcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora