𝚃𝚠𝚘 𝚜𝚔𝚊𝚝𝚎𝚋𝚘𝚊𝚛𝚍𝚎𝚛𝚜 𝚒𝚗 𝚕𝚘𝚟𝚎.

▪️𝓗𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪𝓼. 🩸

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Desde que él pelirrojo carismático se hizo daño en su brazo (En la última competición de S, contra ADAM) comenzó a cuidarlo como si su vida dependiera de ello.

L-langa ¿No crees que estás exagerando un poco?

Preguntó con un pequeño rubor el ambarino.

Entonces el canadiense analizó la situación. Este se encontraba dándole de comer, ya que la mano afectada era la predominante del más bajo.

No ¿Por qué?

Él que estaba siendo alimentado calló sin saber qué más añadir y se dedicó a dejarse alimentar, después de todo no estaba tan mal.

Ya que caminaban juntos a su hogar, el mayor cogía la mochila del ambarino por él.

Los apuntes de clase los escribía dos veces, una para él y otra para el más bajo y así no necesitaba esforzar más de la cuenta su brazo.

Y aún más cosas, pero ya eran suficientes esos ejemplos.

Reki se sentía extremadamente querido, pero también se sentía mal, como si fuese una especie de carga para el peliazul.

¡Reki! Ya te quitaron el yeso, qué bien.

Mencionó el canadiense, al ver como el pelirrojo se acercaba y no poseía más aquel yeso.

S-si..

El más alto se percató del pequeño nerviosismo del contrario.

¿Estás bien Reki?

De pronto una bolsita de color rojo y un lazo negrizo casi se estampa en su rostro.

Quería agradecerte por todo lo que has hecho y.. Recordé que mi madre hacía unas galletas muy ricas!
Bueno.. Las hice yo así que no creo que lo estén tanto jaja.

Él extranjero abrió con suavidad aquella bolsita, saliendo de aquella un olor a galleta casera. (Bastante apetecible a su parecer)

Gracias Reki, aunque no hacía falta.

Menciona con una sonrisa el peliazul.

¡Claro que si hacía falta! Vamos a llegar a tarde así que andando.

Y así, dos skaters fueron rumbo a su escuela.

Uno degustando unas galletas de vainilla y el restante contento por que aquella receta saliera bien.

Cabe decir que ambos tenían un color rojizo pintado en su rostro.