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Langa Hasegawa se percató de algo.
De los pequeños hoyuelos casi imperceptibles que aparecían en la tez del pelirrojo. (Cada vez que sonríe ahora se fija más en ellos)
-Eh, ¿tengo algo en la cara Langa?
Del carisma que poseía, como sus orbes ambarinas resplandecían al relatar o realizar algo que ama. (El cuál atendía u observaba gustosamente sin rechistar)
-¡Langa, Langa! ¡Mira este nuevo skate que hice!
De qué sabía ofrecer los mejores abrazos del mundo. (Los cuáles correspondía y intentaba devolver)
-Langa, ¡eres genial!
De cómo se preocupaba por casi todo aunque a primera vista no lo pareciese. (Él cuál lo calmaba cuando estaba más alterado de lo normal)
-Ah, ¡Langa! ¡Perdí mis apuntes! ¡¿Ahora que hago?!
De cómo sus orbes eran parecidos a un libro abierto, casi transparente. (Los cuáles disfrutaba mirar y deducir sus pensamientos)
-Eh, ¿Langa? ¿Esto es para mí? ¡Uwah! ¿Como sabías que lo quería?
De cómo sus redondas y perfectas mejillas se pintaban de rojo al ver a alguna fémina llamativa a la vista. (Los cuales disfrutaba ver, pero no le agradaba que no fueran causados por él)
-Langa, mira esa chica, ¿no es bonita?
Se percató de que, exactamente.
Está enamorado, de Reki Kyan.
Una sonrisa apareció en el rostro del de orbes azulaceos.
-Eh, ¿por qué sonríes Langa?
-¿Mm? No es nada Reki.
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