Los ojos del chico rubio empezaban a abrirse, apenas eran las primeras horas de la mañana, por lo que aún estaba oscuro. Mientras ajustaba su visión a la oscuridad, se dio cuenta de que no estaba en su habitación; junto con un dolor de cabeza, intentó hacer un recuento de lo que había sucedido el día anterior.
No le tomó más de un segundo recordar que había sido echado de casa y le habían dado asilo en el hogar de los Kageyama. Mientras se incorporaba con algo de dificultad debido a su cefalea, apreció que a su lado se encontraba Tobio, quien se encontraba en un profundo y agradable sueño, por lo que el rubio entendió que, al menos por ahora, no debía despertarlo.
Entre los recuerdos vagos del día anterior, Tsukishima se acordó del pequeño pero extrañamente dulce momento en que ambos compartieron un beso. El más alto se sonrojó de tan solo recordarlo, aunque...tanto él como el pelinegro lo habían disfrutado ¿no?, además, Tobio fue quien lo invitó a recostarse junto a él, por lo que ambos tenían parte de culpa en lo sucedido antes de quedarse dormidos.
Tsukishima se levantó de la cama para asomar una mirada hacía su casa, así que abrió el ventanal del cuarto y salió a echar un vistazo a través del balcón. El aire frío de la mañana le alborotaba el cabello y vio las luces de su hogar ya encendidas. Al mirar a la calle, su madre y padrastro ya se estaban alistando para ir a su trabajo, y en pocos segundos el auto en el que se irían arrancó hacía su destino.
Kageyama abrió los ojos al sentir un ligero aire frío pasar por su cuerpo, mientras hacía a un lado las cálidas sábanas, observó que el otro lado de su cama estaba destendido y el ventanal se encontraba abierto; aún dormitando, se acordó que había compartido cuarto con su compañero de entrenamiento Tsukishima. El azabache levantó su cuerpo de la cama y se dirigió a su balcón a ver al rubio. Tsukishima ya se disponía a entrar cuando se topó con Tobio ya despierto.
-¿Ya despertaste? - preguntó el rubio mientras cerraba el ventanal
-No...camino dormido Tsukishima - Dijo Kageyama de manera sarcástica tratando de levantarle el ánimo a su compañero
-Y ahora hablas dormido - Contestó el rubio siguiéndole el juego
-Pues creo que si, en fin...¿Cómo sientes tu herida? - Preguntó el azabache, Kei llevó una de sus manos a su cabeza y sintió la zona lastimada, si bien ya no dolía tanto, el dolor de cabeza le era muy molesto
-Me duelo un poco, pero creo que esta bien
-Esta bien...de todos modos un doctor tiene que revisar eso, ¿no quieres que te llevemos?
-No, mis padres ya no están en casa y mi hermano se encargará de llevarme, no te preocupes
-Por mi parte no hay problema, puedo pedir permiso de no ir...
-De ninguna manera permitiré que faltes a clases, solo hazme el favor de que si el coach Bokuto pregunta mi ausencia...solo digas que surgió un problema personal en mi casa, eso es todo
-D-de acuerdo...entonces...¿Ya debes irte?
-Ya, mis padres acaban de salir de casa y tengo que ver si mi hermano ya está despierto
-Aunque sea llévate algo cómodo, yo me encargaré de lavar y planchar tu uniforme
-¿Tú o tu madre?
-¡Oye! tendré mi genio pero si hago el quehacer
-Jajajaja de acuerdo si tu lo dices
Tobio empezó a buscar entre sus cajones algo cómodo que pudiera prestarle a Kei, no le preocupaba del todo la talla del rubio, de todos modos tenían la misma complexión delgada, la única diferencia era que Tsukishima era un par de centímetros más alto. Lo que encontró fue un suéter azul con una pequeña corona tejida en la parte superior izquierda y un pants semi-holgado color negro.
ESTÁS LEYENDO
When I met you
FanfictionLa familia Kageyama se muda a una zona rica de la ciudad para que su hijo menor, Tobio, empiece el bachillerato en una de las escuelas de mejor reputación en el país, tanto por su nivel académico como por su estricto estatus de disciplina. Todo pare...