Ya habían pasado un par de días desde que Tsukishima abandonó la escuela para vivir con sus abuelos. Dentro del colegio, fue una noticia, o mejor dicho, chisme que tomó por sorpresa a todos los alumnos. Aunque para algunos era motivo para celebrar que este chico se allá ido, debido a que ya no había nadie que los gobernara, a otros les daba completamente igual si estaba o no.
Sin embargo, había alguien que no la pasaba nada bien desde la partida de aquel rubio, ese alguien era Kageyama. Durante aquellos días, se le veía decaído, devastado y deprimido, su aire de imponencia y rebeldía paso a formar parte del pasado. Empezaba a faltar a los entrenamientos y sus calificaciones empezaban a decaer brutalmente.
Y claro que sus compañeros y profesores estaban en lo correcto, Kageyama realmente sentía que le habían quitado una parte significativa de su persona, se arrepentía de no despedirse como debía de Tsukishima y más del hecho de ya no verlo todos los días, además de que la escuela y el voleibol dejaron de ser divertidos sin él.
Un día, especialmente malo para el pelinegro, se tenía que entregar un proyecto para concluir el parcial. Debido a que Tobio se sentía vacío y con mucha desmotivación, optó por no realizarlo, aunque no era un trabajo complicado, y de hecho, se podía realizar en cosa de minutos. El día de la entrega el profesor Akaashi pidió el proyecto.
-Jóvenes por favor, entréguenme su proyecto a evaluar - habló el profesor, todos los chicos empezaron a levantarse y a entregar el trabajo, todos menos Kageyama - Joven Tobio, ¿Dónde está su proyecto? - preguntó Akaashi
-No lo hice profesor - Respondió Kageyama en voz baja y agachando la cabeza sin agregar más
-Ok...joven, necesito hablar con usted al finalizar la clase - Dijo el profesor tomando un suspiro pesado y con notable decepción
El azabache no dijo nada y bajo aún más la mirada. Durante el resto de la clase, Kageyama se veía bastante perdido, no estaba poniendo la más mínima atención a lo que el profesor de cabello negro estaba explicando. Finalmente, la campana que indicaba el cambio de hora sonó, todos los chicos empezaban a levantarse para disfrutar de su descanso, excepto Kageyama, quien se levantó y se paro junto al escritorio del docente para hablar con él, como se lo había pedido un momento atrás.
-¿Quería hablar conmigo profesor? - dijo Kageyama tímidamente
-Si...- Akaashi tomó un suspiro y siguió con la conversación - Exactamente ¿Qué está pasando con usted?
-¿Qué me pasa?
-Bueno, ya no lo veo atento en mis clases, se la pasa pensando en no se qué y parece que siempre está triste. No soy el único que lo nota, todos mis compañeros docentes están de acuerdo en que su actitud ha cambiado, así que dígame...¿Qué ocurre? Tenga la confianza en que, si así me lo pide, no diré nada
Los ojos azul rey de Tobio empezaron a llenarse de lágrimas y no fue capaz de decir una sola palabra, el maestro entendió, era una situación muy difícil para el chico y la estaba pasando mal en esos momentos, por lo que no pidió más explicaciones y sólo acarició el cabello del alumno para consolarlo un poco. Una vez calmado, Kageyama por fin se dispuso a tomar la palabra.
-Profesor, ¿usted extraña tanto a alguien que siente que le hace mucha falta? - habló el pelinegros menor, aún con la voz cortada por el llanto
-Bueno, es una pregunta inusual, pero...he pasado mucho tiempo lejos de mi familia desde que me casé, claro que los extraño, pero tengo la oportunidad de contactarme con ellos de vez en cuando...
-Pero no es lo mismo...¿No siente que a veces necesita sentir entre sus brazos de esas personas?
-... - Akaashi se quedó en silencio, pero empezaba a comprender la situación - Kageyama, ¿Quién le hace demasiada falta? Tiene una madre y una hermana que lo adoran, y que decir de su amistad con sus compañeros de equipo, entonces ¿por qué?...
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When I met you
FanfictionLa familia Kageyama se muda a una zona rica de la ciudad para que su hijo menor, Tobio, empiece el bachillerato en una de las escuelas de mejor reputación en el país, tanto por su nivel académico como por su estricto estatus de disciplina. Todo pare...