CAPÍTULO 1

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Madrid, 2020, 20 de octubre. Hacía un día soleado, aunque había algunas nubes en el cielo, pero no tapaban prácticamente el sol, siempre brillando tan esplendido, dándolo todo. Instituto I.E.S. Gran Capitán. Clase de 4ºF. Era martes.

-Pasemos lista- dijo el profesor de 1a hora, tocaba geografía e historia, aunque daban historia-.Vale, Marta.

-Presente.

-Juan.

-Presente.

Pasó lista sin ningún problema, por suerte esa era una clase tranquila, no como la de al lado, 4ºA, que se oía mucho, ya han expulsado a un par por jaleosos.

-Hoy vamos a dar los estamentos de la Edad Moderna. ¿Alguien sabría decirme cuáles son?

-Yo- dijo Luis.

-Que gilipollas, jajajaja- se había oído por el fondo.

-Cállese usted, por favor- dijo David, el profesor de historia.

-Se dividen en los privilegiados y los no privilegiados.

Había faltado solo un alumno hoy. Se trataba de Pepe, no solía venir.

Pasaron las clases tranquilamente. Era una clase muy pequeña, y faltaba el espacio.

Luis era un alumno inteligente, pero era algo oscuro. Se metían mucho con él, y, como a cualquiera, no le gustaba. Los profesores no le hacían mucho caso, ya que no le veían importancia, pero tenía más importancia de la que creían, mucha más.

A la salida de clase, dos compañeros suyos de clase, muy desagradables, la verdad, le quitaron la mochila y jugaron al jueguecito estúpido de ''pasarse la mochila''. A Luis no se le veía igual que siempre, ya se estaba hartando. Al final lanzaron la mochila para arriba, rompiendo la maqueta de tecnología. A Luis no le hacía mucha gracia, pero eran más y más fuertes que él, o por lo menos eso creían ellos.

Fue caminando a casa, vivía en una casa no demasiado grande, lo que se podían permitir sus padres, ya que no eran poderosos económicamente, o, básicamente, no tenían demasiado dinero.

Al llegar a su casa, su madre notó que le había pasado algo en clase.

-Hijo, ¿te ha pasado algo?

-No mamá, puedes estar tranquila.

Pero la mirada de Luis era más oscura de lo normal, como si estuviese guardando algo, algo que lo come por dentro.

Al día siguiente, miércoles 21 de octubre, Luis llegó a clase justo de tiempo, ya que no le había sonado el despertador, pero llegó a tiempo. Le tocaba lengua a primera hora.

Pasaron lista, pero ahora faltaron dos personas, Pepe, el que siempre faltaba, y Juan, que no solía faltar, pero se ve que hoy le había pasado algo.

Después de clase, en el cambio de clase, los que se metían con él, Miguel y Mario, volvieron a insultarle, y como siempre Luis no hizo nada, ya que no le interesaba meterse en peleas con nadie. Él es muy tranquilo, no le gusta meterse en problemas.

A la siguiente hora, en inglés, se quejó, como siempre hacía, pero como siempre, el profesor no le dio importancia. Empezó la clase, hacía frío, ya que se estaba acercando el invierno, es esa etapa en las que a veces hace frío, y otras veces hace calor. Se nota más el frío porque, al no tener ninguna playa cerca para que dé el calor que suele dar una playa.

No explicó mucho, porque tardo mucho en corregir los ejercicios que mandó el viernes, ya que el lunes y el martes no tocaba inglés.

Luis cada día era más oscuro, su mirada era cada vez más fría, se refleja el dolor de los abusos de clase en su mirada, pero los abusones realmente no lo veían importante, ya que su meta final era joderle la vida, es la meta de cualquier abusón, pero como cualquier abusón, tenía un pasado oscuro, con maltratos familiares, este era el caso de Miguel, pero el caso de Mario era algo distinto, el es adoptado, y sus padres adoptivos abusaban de él, pero esos padres adoptivos ya lo dejaron tirado, y le asignaron a otros que si lo querían, a los 12 años. Ellos no conocían bien a Luis, realmente nadie lo conocía bien, ni los que lo conocían desde pequeño, ni sus padres mismos, Luis tenía algo que no había mostrado a nadie, pero lo descubrirían muy pronto.

Bendy, The Inky DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora