Bendy, The Inky Demon

CAPÍTULO 3

Madrid. 1919, Joey Drew y Henry Stein acaban de terminar la carrera de animación.

-Henry, ya estamos listos para montar nuestro propio estudio de animación para niños, ¿reuniste el dinero necesario para montarlo?

-Sí, todo el necesario, las 10 millones de pesetas, y trabajaré por si hace falta más dinero.

-Tranquilo, yo tengo 10 millones más por si hace falta, tenemos que empezar a distribuir el estudio, para que lo tengamos hecho lo antes posible.

-Claro que sí Joey, pues manos a la obra.

Madrid, 1929, el estudio sigue en construcción, pero ya se puede animar dentro. El estudio está bautizado por el nombre de JOEY DREW STUDIOS.

Joey y Henry habían creado una animación que había cogido mucha popularidad en el mes que lleva en emisión. La animación se llama BENDY CARTOON.

-Joey, lo hemos conseguido- dijo Henry-, por fin lo hemos conseguido, hemos fundado nuestro propio estudio de animación infantil y ha alcanzado una fama impresionante, y me encanta mi puesto de dibujante jefe, es justo lo que quería. Es el mejor dinero que he invertido.

-Sí, y menos mal que ha salido bien, que si hubiese salido mal hubiésemos perdido las 30 millones de pesetas, y lo que estamos ganando extra lo seguimos invirtiendo para agrandar el estudio lo más posible, quiero que sea el estudio más grande de todo el mundo, es mi ilusión desde que era pequeño.

-Y lo realizaremos, estate seguro de que lo haremos, confía de que todo el dinero que gane extra lo invertiré en este gran estudio, y lo hago por ti y porque confío en este estudio, ya que lleva nuestro esfuerzo y ya hemos invertido mucho dinero, ya vamos a lo grande, porque Bendy está siendo un éxito mundial, y espero que lo siga siendo durante muchos años más.

-Eso también lo espero yo, ya que le estamos poniendo todas las ganas y el amor en esta animación. Tenemos contratados a expertos en sus puestos, y todos felices con salarios justos y buenas condiciones de trabajo. Esto va a marcar un antes y un después en la historia de la animación. Amo a este estudio. Amo a todos los trabajadores que trabajan aquí. Amo a Bendy

Madrid, 1931.

-Joey, estoy empezando a cansar de este trabajo, además de que este estudio cada vez esta en peores condiciones. Chorrea tinta por todos lados, hay que cerrar válvulas para que no se inunden las habitaciones de tinta, que no entiendo por qué necesitamos que la tinta vaya por tubos por todo el estudio. Algún dia alguien va a morir porque alguna habitación del estudio se venga abajo. Tengo el dinero necesario para vivir yo y mi esposa durante mucho tiempo. Por eso vengo a comunicarle mi dimisión de este estudio.

-Tranquilo Henry, si tu eres feliz yéndote de este estudio, adelante, eres libre. Por cierto, recuerda que al ser socio al 50% te llevas el 50% de los beneficios que se obtengan. Será difícil reemplazarte, pero lo conseguiré. Puedes irte tranquilo Henry.

Joey parecía tranquilo, como si no e importase que se fuese, pero por dentro sentía como si algo le comiese por dentro. No quería que se fuese de ahí, se sentía traicionado por su propio amigo, ya que le dejaba con el problema de que dónde va a encontrar un suplente que sustituya perfectamente a Henry, ya que era de los mejores dibujantes jefe de todo el mundo, pero al final lo encontró, Adrián Martínez. Es muy bueno, pero no mejor que Henry, pero la gente no notó gran diferencia con el estilo de Henry, ya que Adrián se adaptó perfectamente al estilo de Henry, un gran alivio para Joey, ya que podría haber decaído la audiencia a niveles escalofriantes, incluso hasta su suspensión, pero no, la audiencia está feliz con la entrada de Adrián.

Joey cada día estaba perdiendo más la cabeza, cada vez estaba menos cuerdo. Cada vez actuaba más raro. Su obsesión con Bendy cada vez era mayor, y con los otros personajes de la serie, Alice Ángel, Boris y la pandilla carnicera, menos pero también tenía una gran obsesión con ellos. Su forma de hablar cada vez era mas rara. Las condiciones de trabajo cada vez eran perores, llegando a ser de las peores de toda España. Los trabajadores cada vez estaban más disgustados con las condiciones en las que trabajan.

-Oye Joey- dijo Mario, un dibujante-, no me gustan las condiciones en las que trabajamos, además de que cada vez cobramos menos y las condiciones han emperorado mucho en todo el tiempo en el que he estado trabajando aquí. Todos los días me cae tinta encima por los tubos horrorosos que hay por todo el estudio, que por cierto, ¿para qué sirven esos tubos que transportan la tinta? ¿Es que se necesita llevar la tinta a otros lados del estudio?

-A ver, no se a que viene tanta queja, no vas a estar en ningún sitio mejor que aquí, además de que es difícil encontrar puestos de trabajos en otro sitio, y lo de los tubos, eso es confidencial, no te lo puedo contar. Si me disculpas voy a volver a lo que estaba haciendo y tú vuelve a tu puesto de trabajo.

Joey ya no es tan razonable como antes, sus obsesiones cada vez le estaban cegando y cambiando más.