CAPÍTULO 8

1 0 0
                                    

Melito se despertó en un lugar extraño, estaba repleto de tinta. Era un lugar antiguo, estaba ya deteriorado.

Melito estaba asustado, no sabía dónde estaba y estaba atado por unas cadenas con grilletes. Allí estaba oscuro, había poca luz, la instalación eléctrica parecía estar defectuosa ya que las luces parpadeaban, cosa que podía provocar un incendio y arder todo el lugar.

Los grilletes se soltaron, quedando libre. Salió de la habitación en la que se encontraba. Abrió la puerta de la habitación, la puerta churriaba mucho, todo parecía estar en mal estado.

Avanzó sin rumbo, buscando alguna salida. No encontraba ningún punto de acceso al exterior, pero no conseguía hallarlo. Ese lugar era muy grande, tenía unas paredes amarillentas, parecían podridas, cosa posible por el deterioro temporal del lugar. El suelo era de madera que estaba rota por muchos lugares, también crujía.

Había líquido por el suelo. Melito se agachó a ver ese líquido negro.

-Tinta.

Encontró cosas escritas en la pared. WHO'S LAUGHING NOW, THE CREATOR LIED TO US, DREAMS COME TRUE. Melito sintió un escalofrío por todo su cuerpo, presentía cosas no muy buenas.

Iba avanzando por los pasillos malolientes sin encontrar cosas útiles, solo latas de sopa de bacon y siluetas de dibujos animados, parecía un estudio de animación. De repente se encendió los altavoces que había en el techo, seguramente se utilizaba para los comunicados que tendrían que hacer, como por ejemplo para convocar a todos los empleados. Parecía que alguien iba a hablar.

-Hola Melito- se escuchaba una voz grave salir por el altavoz.

-¿Quién eres?, ¿y dónde cojones estoy?

-No vas a durar mucho aquí, las salidas están selladas, corre y escóndete, porque si te encuentro estás muerto- después de decir esto la voz emitió varias carcajadas.

-No me jodas.

Después de decir esto Melito salió corriendo, buscando algún sitio donde esconderse rápido, antes de que lo encontrase esa persona misteriosa.

-¿Quién cojones es?

Mientras corría se tropezó y cayó frente a una silueta, observándola desde abajo.

-No me jodas que es...

-Voy a por ti- se escuchaba con eco desde algo lejos pero no demasiado.

-Joder, tengo que salir de aquí.

Cruzó el pasillo pero algo lo agarró desde la camiseta. Era quien temía que fuese.

-Hola Melito.

-Sueltame puto hijo de puta.

-Creo que no- soltó una sonrisa.

-¿Por qué coño haces esto Bendy?

-Odio a cualquier ser humano, sois todos despreciables, solo sabéis destruir, matar y usar a otra gente y animales, cualquier ser vivo a vuestra mano está condenado un puto infierno, y no voy a permitir eso, a cualquier ser humano, que le haga algo a otro o a un animal sin justificación, juro que lo torturare hasta que sangre por los ojos, los cuales arrancaré con mucha satisfacción.

-¿Y yo que cojones he hecho?

-Estas apoyando al cabronazo de Alberto que me molestó sin motivo alguno, es despreciable.

-Pero si solo fue una puta bola de papel.

-Sí, pero es muy manipulable, podría matar a cualquier persona y animal solo con decírselo y no voy a permitir eso, mataré a cualquiera que esté de acuerdo con él para eliminarme y tú eres uno de ellos.

-Tu nombre es Luis, ¿no?

-Sí, pero eso no importa ahora, explicame, ¿por qué apoyas a ese cabronazo?

-Porque es mi amigo y no ha hecho nada malo, eres tú el malo aquí, que lo quieres matar por una gilipollez, de verdad, eres estúpido de cojones, nunca tendrás la razón y acabaremos contigo hijo de puta, te eliminaremos de la faz de la Tierra.

-¿Tú crees que eso es posible? Soy un ser inmortal más poderoso que el mismo Satanás, soy el ser más poderoso de todo el universo y todos los existentes. Nadie me puede derrotar, y menos unos putos seres humanos de mierda que no saben ni ser pacíficos entre ellos, ni siquiera con los animales que no os hacen nada y los matáis solo para poder comeroslos, hay cosas mucho mejores para comer, os jodéis la salud y encima matáis animales inocentes- Bendy estaba muy enfadado, este tema le atormentaba de verdad, no le gustaba nada el maltrato de las personas entre ellas ni con los animales-. Así que tú no eres diferente, un puto ser humano maltratador que no lucha por lo justo, solo apoya el maltrato y sigue con su vida. Imagínate que os matasen de esa manera a vosotros para comeros, ¿a que no te gustaría? Pues es lo mismo.

Melito se escabulló de las manos de Bendy, pero rápidamente lo alcanzó.

-¿A dónde ibas?

-Mierda.

-¡ESTAS MUERTO CABRONAZO!

Dicho esto la mano que no estaba enguantada se sustituyo por una garra (espada o cuchillo, como prefieras) y le atravesó un brazo y se lo amputó.

-¡Joder, mecago en la puta!- Melito rabiaba de dolor con el brazo amputado.

-¿A que para tí esto no es divertido? Díselo a los animales y personas que sufren por vuestra culpa y no haceis nada por impedirlo. Yo estoy disfrutando esto demasiado, exterminando escoria.

Después de decir eso le amputó el otro brazo. Melito seguía rabiando de dolor, ya sin brazos.

Bendy soltó a Melito y observó cómo se arrastraba por el suelo. Bendy se lanzó encima clavando su garra en una pierna y amputandola. Después le amputó la otra.

-¿Cómo se siente esto?, ¿a que no te gusta?

Le dio la vuelta a Melito ya con poca vida dentro de él y le abrió las tripas, urgando entre ellas para sacarselas. Melito murió entre gemidos de dolor, en aquel lugar podrido, por un demonio sonriente con las manos llenas de tinta negra. Melito tenía una mueca de dolor, se notaba que su muerte había sido lenta y muy dolorosa.

Bendy arrastró el cadáver por el estudio, dejando un camino de tinta por donde estaba pasando. Bendy salió por la puerta con el cadáver, llevaba las piernas y los brazos en una bolsa de tela. De repente desapareció, sin quedar rastro alguno ni del cadáver ni tampoco del demonio de tinta. Nadie sabía las catástrofes que se les aproximaban próximamente.

Bendy, The Inky DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora