Cap 3: Black I

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Capitulo 3: Black I

Era una mañana de agosto hermosa. El sol había salido y había subido un poco más la temperatura. Decidi salir de compras para mi próximo vuelo del miércoles, con destino a México. Me levante, pedí el desayuno y mientras lo esperaba, me puse un jean negro, una remera del mismo color, unas zapatillas negras y violetas de mi marca favorita, DC, y mi infaltable campera de cuero con tachas. El negro era mi color favorito, el negro mostraba todo de mi

Me termine de cambiar y tocan la puerta, pensando que era el desayuno fuí corriendo a abrir, ya que me estaba muriendo de hambre. Abro la puerta y no habia nadie, bajo la vista y habia una bolsa blanca con el símbolo de Apple. Me meto adentro del cuarto, abro la bolsa y no podía creer lo que estaba viendo. Un Iphone 6 Plus, el último de Apple. No lo podía creer. Dentro de la bolsa habia una nota.

-Espero que esto pueda servir como ofrenda de paz por mi mal comportamiento. Lamento mucho lo que pasó ayer y lo del avión.  Mis días no vienen marchando bien, espero que comprendas.

                                                                                                                         Bill Kaulitz-


Caí en la cama sentada, en serio no lo podía creer. No sabia como agradecerselo, no podía aceptar tan grande regalo. Tenía que buscarlo y hablarle, esto era imposible.

Luego de 10 minutos el desayuno subió, lo terminé mirando todas las chucherías que tenía mi nuevo celular. Seguía sin creerlo. Agarro mi bolso y salgo de mi cuarto para tomar el ascensor e irme de compras.

La mañana se pasó rápido, compre un monton de ropa, cosmeticos y esas cosas. Decidi volver al hotel caminando, ya que amaba caminar. El transporte público de mi ciudad me altera. Caminando por Florida, se hacerca tres hombres con una moto y me acorralan contra la pared. Me sacaron mi cartera, dentro de ella tenía mis documentos, pasaporte, licencia de aeronavegante y mis tarjetas de crédito. La saqué barata, ya que el celular nuevo lo deje cargando en el hotel. Me desvanecí, caí en el piso y me puse a llorar. En Buenos Aires, los robos eran muy comunes, tenías suerte si salias con vida.

En eso escucho un -¿Estas bien?- de una voz muy conocida.

Cami: Me robaron la cartera.

Bill: Tranquila, no pasa nada. Que tenías?

Cami: Documentos varios que necesito para trabajar. Solo eso, ah y tarjetas de credito.

Bill: Bueno, tranquila, ven, sube al auto, vamos al hotel.

El mismísimo Bill K. 

Cami: Bill, no hace falta que intentes hablar español, yo entiendo perfectanente el inglés.

Bill: No es molestia para mi, quiero aprender a hablar eeeeemmm fine.

Le costaba, y me daba gracia. Se le mezclaban palabras en español y en ingles, sumandole ese acento alemán.

Cami: Bien se dice.

Sonrió dulcemente y me ayudo a subir a su auto. En el camino ibamos muy callados, era un silecio incómodo, no aguante y le hable.

Cami: Bill, me llego tu regalo. Es increible, gracias, no se como agradecertelo.

Bill: No es molestia. Pero si, hay algo que puedas hacer para agradecermelo y estaría encantado.

Se me pasaron un monton de cosas por la cabeza, hasta que abrio la boca de nuevo.

Bill: Cena conmigo esta noche, yo invito. Paso por tu cuarto a las 8, ponete elegante.

Cami: No se si pueda aceptarlo.

Bill: No me interesa, en tu cuarto a las 8. No te demores mucho.

Era tan autoritario, me encantaba. Parecía ese tipo del libro 50 sombras de Grey, que por cierto me leí los tres libros. 

Cami: Ok, quedamos así. Por que elegante?

Bill: Ya vas a ver.

Llegamos al hotel y me acompaño a mi cuarto, se acerco a mi y me dijo al oído:

Bill: A las ocho

Cami: A las ocho

Y se fue alejando por el pasillo. Se me había pasado un poco la angustia por el tema del robo. Llame a los bancos para cancelar las tarjetas, y llame a la aerolínea para contarles lo sucedido. Me dijeron que me iban a dar más días hasta que vuelva a tener mi pasaporte. Así que llamé para sacar un turno.

La horas pasaron como agua, dentro de ese tiempo hablaba por el grupo que tenemos con mis amigas contandoles lo sucedido de estos días. No lo podían creer hasta que les envié una foto de la nota que me mandó Bill junto a mi nuevo Iphone. Cuando me di cuenta, ya eran las las 7. Mierda, me tenía que cambiar. Busque en mi valija un vestido negro, el cual era mi favorito. Me lo puse, me puse  unos zapatos altos, ya que Bill me llevaba dos cabezas. Me maquille, sombra negra, rimel, lapiz de labio. Me planche el pelo, el cual hoy no tenía un buen día, ya que me costo atarmelo hoy a la mañana.

A las 8, tocan la puerta, y si, no me esperaba a nadie mas. Abrí la puerta y casi me caigo de culo.

Cami: Alejandro?

Ale: Hola

Alejandro era un ex amigo mio, nos conociamos hace varios años, bah, "amigo". Con él tuve relaciones por primera vez. Pero no fue mas que eso.

Cami: Como sabias que estaba acá?

Ale: Le pregunte a Mili.

Mili era su prima.

Cami: Ah

Ale: Por que estas vestida así? 

Cami: Es que esperaba a alguien. No debe estar tardandose.

Ale: Ah, esta bien. No te hagas problema, yo solo estaba de paso. Mañana tambien voy a estar por acá. Si queres a la mañana nos podemos ver, ir a almorzar o algo así.

Cami: Si, dale. No tengo problema. 

Ale: Chau

Cami: Chau

Lo mire irse por el pasillo completamente pálida. Porque volvió? Ya lo había superado lo de él, mierda mierda mierda. Estaba temblando, me sente y me quede tildada pensando. No lo podía creer. No reaccionaba.

Límites {Tokio Hotel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora