Capitulo final: En el límite -Actualización-

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-¿Quién es?

Pregunté buscando algo de ropa decente para ponerme. Estaba en pijama, con lentes, despeinada y con los ojos llorosos, no estaba presentable. Ya era tarde para arreglarme porque él traspasó la puerta de mi habitación.

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-¿Bill? ¿Pero qué haces aquí? - pregunté con el ceño fruncido, él se veía enojado

-Siéntate - me dijo en tono autoritario - Vamos a hablar - le hice caso y me senté, él tomó su celular y me mostró la pantalla - ¿Qué es esto?

-¿Gustav desnudo...? - le dije asqueada

-No, eso no - dijo tocando de nuevo la pantalla de su celular, se le formaba una risita en su rostro pero su enojo lo ahogaba -Esto - dijo mostrándome nuevamente el celular, esta vez fruncí el ceño, no podía creer lo que estaba viendo - Y bien, ¿no vas a responder? - Dijo interrumpiendo mis pensamientos. Era una foto mía con Alejandro, besándonos, ahora sé porque ayer escuche el ruido de mi puerta cerrándose.

-Bill, yo...

-No digas nada, se perfectamente lo que vas a decir. Que estas arrepentida, que él te tomo por la fuerza, que no es lo que parece, que fue solo un beso, bla bla bla - dijo mientras se dirigió a la ventana -Un beso ya es traición, ¿Acaso crees que soy un estúpido? - se paró de espaldas mirando la calle por la ventana

-No Bill - dije agachando la cabeza

-¿Entonces porque lo has hecho? - dijo dándose vuelta, dejando de ver sus ojos ardiendo de enojo. Ese Bill era el que me daba miedo - ¿Qué buscabas de mí? - subió el tono de voz

-¿Qué buscaba con qué? - pregunté incrédula

-Fama, dinero, ya sabes - respondió poniendo los ojos en blanco

-¿BILL POR QUIÉN ME TOMAS? -me paré de mi cama y me acerqué, noté como las venas de sus brazos se iban notando más y más, su puño estaba cerrado, se estaba conteniendo de algo.

-Eso tendría que preguntarlo yo. ¿Qué has hecho ayer? - me sorprendía ese cambio de conversación

-Nada, dormí - fue lo primero que salió de mi boca

-Mentirosa

-Ayer traté de llamarte y no contestaste

-Estaba llegando a Los Ángeles, cuando prendí el celular me llegó un mensaje con esta foto

-¿Y se puede saber quién te la mandó?

-¿Eso a ti te importa? - preguntó resignado

La respuesta era obvia: Erika.

-¿Cuándo estuvo Erika en México?

-Un solo día, cuando tú te fuiste

-¿Por qué la invitaste?

-Ay por favor Camila, yo no la invité - dijo exhausto - Ella vino un día sola, luego se fue

-¿Y qué quería? - pregunté alzando una ceja

-No lo sé - dijo tratando de evitar el tema

-Dilo - levanté mi voz, estaba enfurecida

-Cálmate, no debes ponerte así por un pequeño "desliz"

Dijo haciendo comillas con sus dedos y poniendo los ojos en blanco. Esa palabra me destruyo, mis lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, mis pies debilitados hicieron que perdiera la estabilidad, cayéndome al suelo. Ahí estaba yo, sentada en el piso, llorando como un niño pequeño y Bill lo único que hizo fue volver a mirar por la ventana. El corazón me latía a mil por hora.

Límites {Tokio Hotel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora