No era una novedad lo mucho que te gustaba Miya, el estar todos los días compartiendo clases y cruzado palabras hicieron que quieras ser su amiga. Al inicio fue difícil, pero pasó el tiempo y se fue acostumbrando a tu compañía, hasta se le hacia agradable. Lo ibas a ver patinar cuando tenía una competencia. Hace unos meses te empezó a gustar, la única que lo sabia era tu mejor amiga Momo. Hoy estabas decidida a decirle tus sentimientos, le hiciste una carta.
-¿estas segura?, me da mala espina- dice momo cuando te levantaste.
-Muy segura, no esperaré más- mencionaste sosteniendo la carta.
Comenzaste a caminar hacia la mesa del pelinegro.
-Miya...- lo llamaste haciendo que este voltee.-Lo hice para ti- exclamaste extendiendo tus manos con la hoja acompañado de un sonrojo en tus mejillas-
-¡¿Qué?!- escuchaste como gritaban con sorpresa sus amigos.
No dejaron que digas algo mas ya que te interrumpió un niño.
-Acaso, ¿Es una carta de amor, señorita ___?- se burló acercándose a ti, quedando a un costado.
-No es de tu incumbencia- lo haces a un lado con un leve empujón. Te miró con fastidio y te arrebata lo que tienes en manos- ¿ah?-
-¿Entonces, si es una carta de amor?- colocó sus manos arriba para que no puedas alcanzarla, aprovechándose de tu baja estatura.
-¡Oye, devuélvemela!- intentaste quitársela fallando en tu intento. Este llama a su amigo y le lanza la carta. Caminando hacia el pizarrón poniéndose al frente de toda su clase.
-Señorita, señorita, super loca y enigmática- canturrea- hora de la confesión.
-¡oigan, no la molesten!- intervinó Miya-
-¿y si la leo en voz alta?- dice el otro- tararara, veamos que tan patético puede llegar a ser
Fulminaste con tu mirada a tus compañeros, te disgustaba pensar como terminaría eso, sentiste mucha vergüenza al pensar que toda la clase escucharía aquella carta donde expresabas tus sentimientos.
-"Para Miya, me hace muy feliz cada vez que te veo, eres mi amanecer..."- empezó a leer
-¡oye, basta, que no escuchaste!- gritó Chinen-
-¡devuélvemela!- intentaste detenerlo pero la carta fue pasando de mano en mano evitando que la alcances.
-¡espera, hay más!. "Eres mi amanecer "
-la carta no es para ti, inútil- tu mejor amiga intentó ayudar a que se detuvieran
-¡dámela!-En serio querías que se detengan, querías desaparecer.
-¿Por que te pones así?, es tan vergonzoso para ti, ¿no es cierto?- siguió provocándote
-¿por que avergonzarme?, yo no soy quien se esta burlando de los sentimientos de los demás- exclamaste molesta pero pareciera que mientras mas hablabas, mas los incitabas a seguir.
-oye, ya la escuchaste, entonces, ¿aceptaras su confesión?- esta vez se dirigieron a Miya.
El solo caminó hacia sus compañeros, estabas viendo todo completamente paralizada y alcanzaste a ver la mirada nada agradable que te dedicó el pelinegro. No sabias que decir o hacer.
-confesión, confesión, conf...- antes que siguiera lo empujó, ocasionando que caiga y deje de hablar.
-yo... solo quería animarte porque en verdad me importas- intentaste arreglar la situación - eres un chico brillante, yo tampoco puedo decir lo que...
-¡entiende esto, no nos parecemos en nada!- te gritó, provocando un sobresalto - ahora me avergonzaste, nunca pensaste como me haría sentir recibir una carta como esta, no soporto a la gente insistente como tú
-pero si te lo hubiera dicho...yo- nada de lo que dijeras iba a mejorar la situación.
-¡¿puedes dejarme en paz?!,¿no escuchaste?, no me hables ¡te odio!- soltó, estaba siendo cruel
-¿me odias?...- apenas pudiste murmurar aquello, tu vista se nublaba con las lagrimas que acumulabas- entiendo...- un sollozo salió de tus labios- nunca te voy a odiar..., ya entiendo- varias lagrimas salieron, sentías tu respiración agitada y el corazón inundado en una ansiedad horrible. Debías escapar, correr. Saliste corriendo mientras escuchabas los gritos de tu mejor amiga.
No sabes en que momento corriste tanto que llegaste a casa, ahi nadie podía lastimarte.
"no se que esperaba al confesarle mis sentimientos" tonta tonta
Mamá estaba ahi, en la puerta confundida viendo la imagen frente a ella. Su princesa agitada respirando apenas, ojitos inundados y lagrimas corriendo por aquellas mejillas. Pensaste en lo ridícula que te veías, en lo ridícula que te debiste de haber visto.
Al día siguiente fuiste a la escuela. "no muestres que eres vulnerable"
Momo estaba preocupada, no estabas bien. Viste como entraba la persona que menos querías ver. Se sentó como de costumbre en su lugar, como si fuera un día mas.
-Buenos dias ___- lo ignoraste, estabas muy concentrada viendo a través de la ventana, hojas cayendo, encontraste calma. Era mejor que sobrepensar con que cara mirarías a Miya, no habían palabras que decir.
"Tal vez esta sea la forma de superarlo."
"Es solo un amor de adolescencia, se me pasará en unos días, meses..., años o no se."
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