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Reki kyan es el tipo de novio que no estaba seguro de confesarte sus sentimientos
"¿Y si..., le doy miedo?"
"Tal vez hablamos sólo porque siente pena"
"Quizá malinterprete todo"
"Ella no querrá salir conmigo"
"Otro día será"
Pensaba el pelirojo escondiendo la cajita que estaba dispuesto a entregarte. Reki estaba convencido de que sería el día perfecto para por fin confesarte sus sentimientos hacia ti. Pero se hecho para atrás, ¿cómo por qué querrías estar con alguien como el?.
Quitaste la vista de tu libreta y la dirijiste hacia el.
"¡me está viendo!"
"¡ve y hablale, cobarde!"
Su subconsciente le hablaba. Hizo caso y alzó su mano en forma de saludo, le devolviste el gesto pero con una sonrisa que provocó en el un ligero sonrojo. Tomó valor y se fue acercando hacia donde tu estabas. Cuando llegó a tu lado, tomo asiento en el césped como tu.
-hmmm...buenos días _____- dijo intentando ocultar sus nervios- ¿cómo has estado?
-reki, hola, cansada, apenas regrese de un entrenamiento con miya- exclamas para dejar salir un suspiro- ¿y tú?- ladeaste tu cabeza un poco
"Que tierna"
-hmmm...e-eh estado bi-bien- contestó tartamudeando
- me alegra
Luego de eso, un silencio incómodo llegó. Recordó la cajita que todavía tenía en manos, estaba a lado de ti, era el momento perfecto para dártelo.
-______- pronunció e hiciste un sonido de que lo estabas escuchando- yo...hace rato fui a ver unas cosas c-con kaoru-san y pasamos por una tienda de dulces...- te extendió la caja- pensé que te gustaría...- su tono iba bajando a la medida que iba hablando
Miraste con un poco de rubor en tus mejillas lo que te estaba entregando. Estiraste tu mano para agarrarlo. Lo abriste y era un cupcake de chocolate con una carita de gatito en el centro.
-re-reki, gracias...- agradeciste con una pequeña sonrisa
"Esta sonriendo por algo que yo le entregué, que linda"
-la otra vez mencionaste que te gustaban los gatos, pero que eres alérgica a ellos- dijo recordando mientras mantenía su vista en ti- así como te gustan los gatos pero no puedes tenerlos, así me siento yo, me gustas pero talvez no pueda estar contigo...- desvío la mirada hacia el suelo - sólo quería decirte que me gustas, ¿podrías corresponder mis sentimientos?
Te quedaste en blanco, le gustabas. Dejaste el pastelillo a un lado y te lanzaste a abrazarlo por la cintura.
-eres un tonto, pensé que ese regalo era para otra persona- confesaste volteando tu cabeza para que quede apoyada a su pecho- también me gustas.
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