Caminar en el centro del condado no era para nada lo que Lena se había imaginado, pues creía que encontraría las calles sin pavimentar así como personas cabalgando al mismo tiempo que acarreaban sus ganados de ovejas y vacas, sin embargo aquella descripción había sido de lo más absurda y tonta, pensó al solo ver las calles bien diseñadas, los pequeños puestos distribuidos estratégicamente para evitar aglomeraciones. Avanzaron varios metros hasta llegar al estacionamiento del pequeño centro comercial.
La fachada era simple con inmensas letras en blanco que decían Midvale Mall, en cuanto bajaron se dirigieron directo a las puertas automáticas las cuales se abrieron al estar frente a ellas, dejando que el calor del interior las envolviera por completo. Avanzaron por las pequeñas tiendas de ropa, observado y reconociendo que las prendas exhibidas estaba sin duda fuera de temporada, pensó Lena al tomar entre sus manos una blusa negra con estampado floreado. Kara sólo reía divertida por los gestos que la morena hacía en cada prenda que tomaba.
-Sin duda Eliza tenía razón, dudo que algo de aquí esté a mi altura.- Refunfuño al dejar por decima vez una blusa.
-Te recuerdo que yo soy de Midvale y estoy a tu altura.- Sonrió divertida.
-Bueno eres lo único que está a mi altura en este pueblo.- Respondió besando sus labios en medio de toda la tienda, ignorando las miradas de soslayo que algunas mujeres les repartían.
-Len...- Pronunció al darse cuenta de lo que la joven había hecho frente a las personas.- Estamos en público...- Susurró como si aquello fuese a costarle la vida.
-¿Y? dijiste que era una cita, así que hago cosas que normalmente hacen en las citas.- Guiñó un ojo al sonreír divertida por los gestos de Kara- Además dudo que alguien me reconozca con las gafas y la bufanda que casi cubre la mitad de mi rostro.- Agregó divertida.
-En verdad cada día me sorprendes más Len, sin duda no eres para nada la mujer fría y sin corazón que te empeñas en aparentar.- Se alejó al decir sus palabras y ver la reacción de la escritora.
-Te arrepentirás Kara Danvers.- Bramó al dejar las prendas y perseguir a la rubia por toda la tienda hasta que uno de los vigilantes llamó su atención por el pequeño disturbio que estaba haciendo en el interior de la tienda.
Después de ver la misma ropa más de treinta veces y probársela el doble Lena había elegido prendas con colores neutros, evitando estampados y formas las cuales sin duda jamás usaría ni siquiera para salir un domingo a limpiar la piscina. Siguieron recorriendo el pequeño centro comercial hasta detenerse frente a una modesta cafetería. Kara se acercó a la vitrina donde pintorescos pasteles y panes caseros se exhibían.
Ambas fueron recibidas por un cálido saludo de parte de la mujer de escasos veinticinco años que atendía el lugar, fijando su mirada en el rostro de Lena, quien había olvidado colocarse de nuevo la bufanda y gafas negras después de su último cambio de ropa.
-Pide todo lo que quieras cariño, si algo sobra lo podemos llevar a la casa.- Le indicó al ver a Kara absorta viendo cada uno de los postres sin saber cuál elegir.- Puedes darme un café americano y un chocolate caliente.- Ordenó sin prestarle atención a la joven que las atendía.
-¡Lena Luthor!- Gritó un tono más agudo de lo normal, llamando la atención de Kara cuando el nombre salió de sus labios.
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Why do you love me
RomanceSi al menos una de ella pudiese ver la trama desde otro ángulo, sería capaz de detener cada uno de sus movimientos, sin embargo ambas estaban demasiado centradas por ganar, uno por conquistar el corazón de la escritora y la otra por desencadenar la...