Al salir del estudio Lena se dirigió a su amplio baño, donde fue decorándolo con diversas velas blancas y rojas mientras el agua caliente llenaba la inmensa tina blanca. Prendió cada una de las velas impregnando el ambiente con el aroma a rosas. Tomó de una pequeña caja negra sales aromáticas las cuales fue vertiéndolas en el agua, así como algunas esferas que desprendían espuma al contacto con el agua. Cerró la llave al ver satisfecha el nivel del agua. En sus manos descansaban varias flores arrancadas con cuidado de su jardín, desprendió los pétalos con delicadeza dejándolos caer sobre el agua, viendo como flotaban con pereza, siguió con su acción hasta dejar un camino rojo desde la tina a la puerta. Apagó la luz, permitiendo únicamente el fuego de las velas danzar en la oscuridad, creando la iluminación perfecta de sensualidad y tranquilidad. En cuanto escuchó el auto de Kara estacionarse, bajó hasta abrir la puerta de roble negro, vio como la joven apagaba el motor y salía del convertible a su encuentro. En su rostro se podía apreciar el cansancio pero también alegría, pensó Lena con solo ver su amplia sonrisa al cruzar miradas. Kara la estrechó en un fuerte abrazo susurrándole al mismo tiempo lo mucho que la había extrañado durante el día, Lena correspondió al gesto y la guio al interior del complejo, despojándola del grueso abrigo azul, el cual colocó en el perchero de la entrada. Caminaron escaleras arriba, Kara no hizo ninguna pregunta y sólo se dejaba guiar, hasta que entraron al cuarto de la morena y siguieron el camino al baño. En cuanto entraron Kara dejó de respirar al ver lo que Lena había hecho.
Se perdió en cada una de las velas dispersas por todo el lugar, observó el camino de pétalos que guiaban directo a la amplia bañera la cual se podía distinguir flores flotar en la cristalina agua. Su pecho se llenó de una calidez absoluta, sin duda era imposible no enamorarse de Lena Luthor. Sus ojos buscaron su rostro, esperando alguna explicación, pero sólo podía ver un cálido brillo adornar sus hermosos ojos verdes. Acortó la distancia incapaz de seguir un segundo más sin probar de sus labios, los besó, percibiendo la suavidad, los lamió, descubriendo su sabor dulce y los mordió, arrancando un débil gemido de su garganta, no había sensación tan más placentera que no fuese besarla. Sonrió sobre sus labios ante sus pensamientos.-Para ser una persona distante, eres bastante detallista Lena Luthor.- Susurró sobre sus labios, sintiendo como sonría.
-Desvístete.- Ordenó al separarse y comenzar a remover su blusa, seguido de su pantalón, dejando su cuerpo únicamente en ropa interior.- ¿Te gusta lo que ves?- Cuestionó petulante al desabrochar su sostén dejando sus pechos desnudos.Kara apenas pudo registrar sus movimientos pues en el siguiente segundo su boca cubría la punta rosada del pecho de la escritora, sintiendo como poco a poco se ponía dura y rígida, su lengua trazó el contorno de la aureola, mojándola y arrancando gemidos de la garganta de Lena, quien sin darse cuenta yacía pegada contra la puerta, dejándose llevar por la experta boca de la rubia. Sus manos se movieron por inercia a la espesa cabellera rubia, obligándola a guiar su boca a su otro pecho el cual deseaba ser atendido, Kara entendió y sonrió al cubrirlo con su mano, masajeando y pellizcando su pezón erguido obligándola a arquear su espalda en busca de mayor contacto.
-Cariño...hmmm si...- Gimió al escuchar el sonido que producía la boca de Kara al chupar sus pezones.- Amo lo que estas haciendo... pero también quiero tomar un relajante... baño.- Gimió sin poderlo evitar.
-He estado pensando en todas las cosas que quiero hacer con tu cuerpo.- Respondió agitada al morder con suavidad sus labios.
-Así que has pensando en mi todo el día.- Respondió cerrando sus ojos antes la sensación producida en sus sensibles pezones.
-Si, pero eso es insuficiente ahora, pues la realidad es mucho mejor.
-Entonces déjame verte desnuda y deja que mi lengua recorra cada milímetro de tu piel, quiero saborear tu esencia, perderme entre tus pliegues y hacerte rogar por más.- Habló con voz una octava más gruesa de lo normal, provocando un estremecimiento en el cuerpo de la rubia. - Hazlo- Ordeno separándose con pesar.
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Why do you love me
RomanceSi al menos una de ella pudiese ver la trama desde otro ángulo, sería capaz de detener cada uno de sus movimientos, sin embargo ambas estaban demasiado centradas por ganar, uno por conquistar el corazón de la escritora y la otra por desencadenar la...