Personas corrían de un lado a otro, cargando hojas blancas, libros de diversos grosores, pliegos de papel con algún anuncio de un nuevo libro, estantes armables para la publicación de nuevas historias, todo bajo la atenta mirada de Kara Danvers. Nadie había imaginado que la menor de los Danvers pasaría a gestionar una de las más famosas editoriales de todo National City. Después de la salida abrupta de Cat Grand, la joven de escasos treinta años, se presentó como la dueña del lugar. Muchos pensaron que había adquirido el negocio solo por pertenecer a la familia de Cat, sin embargo nadie salvo la propia reina de las editoriales, era consciente del diamante en bruto que tenía por sobrina, pues la joven había sido capaz de adquirir grandes contratos con ahora reconocidos escritores, sólo le bastaba leer algunas páginas de manuscritos hechos, quizás en la oscuridad de una habitación o en un arrebato de inspiración, pero al final ella decidía si valdría la pena o no publicarlo bajo CatCo Editoriales. Ambas mujeres habían tenido una larga platica en el momento en que la mayor había considerado que era hora de explorar el mundo y pasar el lugar a su querida sobrina Kiera, como solía decirle.
Pero no todo había sido simple, como intentaba aparentar la ojiazul, Cat había visto el interés que Kara comenzó a profesar cuando vio por primera vez a Lena Luthor, el asombro que dejo ver con solo escuchar su voz, pero aquel amorío como solía llamarle, se acrecentó en cuanto leyó las primeras hojas de su manuscrito, de leer una historia sin precedentes, en donde narraba y dejaba ver al lector una realidad desconocida, donde jugaba con el tiempo, personajes e historias de los mismos, todo sin perder de vista el ritmo ni mucho menos la emoción, por ello publicar las historias de Lena Luthor había aumentado con creces los ingresos de la editorial, pero Cat no era ingenua, ella sabía que en algún momento algo ocurriría entre ambas mujeres, por ello había advertido a Kara de mil maneras posibles, incluso llegó a presentarle una gran cantidad de hermosas mujeres, sin embargo ninguna era capaz de captar la atención de la ahora dueña de la editorial.
-Kiera, Kiera.- Habló Cat al ver que su sobrina nuevamente yacía inmersa corrigiendo y editando el último manuscrito de la joven Luthor.- No importa si terminas hoy las correcciones, Lena lo verá hasta dentro de dos días, ahora la mujer está en unas de sus tantas fiestas.- Expresó con malicia al ver como el rostro tranquilo de la joven hacía una mueca de desagrado.- ¿Sabes que jamás tendrás una oportunidad con Lena? ¿Verdad? -Agregó al remover sus gafas y levantar su mentón, dejando ver un par de hermosos ojos azules- No desperdicies tu atención en alguien como ella.-Agregó volviendo a colocarle las gafas.
-Para ser una de tus amigas, no hablas muy bien de Lena.- Respondió enviando al fin las correcciones que había revisado. Cerró su laptop para dirigir toda su atención a su tía, quien no paraba de caminar por toda la inmensa oficina.
-Porque es mi amiga, te digo que ella no te conviene querida, Lena jamás volverá a enamorarse- Expresó deteniéndose frente al gran ventanal.
-Jamás me has dicho ¿qué le ocurrió? Recuerdo la primera vez que la vi, su sonrisa era alegre y sus ojos irradiaban felicidad, después aquello paso a ser solo un recuerdo en mi memoria.- Finalizó con desagrado. - ¿Quién sería capaz de lastimarla? Una vez mencionaste a una tal Verónica, ¿fue ella?-Cuestionó
-Me gustaría saber también a mí, pero ese un dato que Lena a ocultado muy bien, pero basta de hablar de ella, lo importante aquí es, ¿estas lista para asumir la presidencia de la editorial?- Cuestionó alegre al tomar sus manos y apretarlas en un gesto de cariño.
-Aún sigo sin poder creerlo, pero supongo que sí, he estado contigo todo el tiempo, así que, sé algunas cosas y trucos, espero que, cuando llegues aún encuentres a flote la editorial.- Rio al creer que todo era un sueño el cual no sabía si despertar o seguir en el.- Si Cat, estoy lista.- Dijo al fin con convicción.
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Why do you love me
RomanceSi al menos una de ella pudiese ver la trama desde otro ángulo, sería capaz de detener cada uno de sus movimientos, sin embargo ambas estaban demasiado centradas por ganar, uno por conquistar el corazón de la escritora y la otra por desencadenar la...