Capítulo 10

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¿Sirve ser una buena persona?

Cuestiones como la moralidad, la religión y la educación nos dicen constantemente que debemos ser buenas personas y hacer el bien, pero ¿eso es posible o es lo correcto en un mundo tan corrompido?

A veces el actuar bien nos lleva muchas veces a terminar mal, porque el ser buena persona es interpretada por otra como debilidad.

¿Anteponer la felicidad de otra persona a la propia felicidad es signo de bondad o de estupidez?

¿No es solo esta vida la única segura tenemos?

Pensar que hay otra vida es una forma tan hermosa de mantener la esperanza de que, si vivir ahora resulta ser horrible y cruel, en la otra vida tendremos todo lo que en esta vida terrenal se nos fue negado.

Es una forma de mantenerse fiel a la idea de ser buena persona y sufrir ahora solo un momento, para así gozar del bien por toda una eternidad.

O te convences de que esta vida es todo lo que hay y vives sin ataduras reales a una moralidad ficticia o te consuelas con pensar que en un futuro alcanzarás el cielo aunque en vida hayas atravesado por sufrimiento, dolor y tristezas.

***

Marie había imaginado cómo sería el encuentro entre ella y Keith cuando por fin regresara, y por mucho que intentaba imaginar un momento feliz por su regreso, se reprimía y optaba por pensar en lo que le diría en cuánto la viera.

Las palabras que utilizó eran las que menos había querido.

—Hola joven Marie, he de decirle que estos días la he extrañado muchísimo—dijo Keith con una sonrisa mientras Marie la miraba totalmente sin alguna emoción, lo cual no pasó desapercibido—, espero haya recibido mi carta...

—Espero que nunca jamás vuelvas a escribirme una carta así, incluso no vuelvas a decir todas las cosas tan repugnantes que has dicho ahora—soltó Marie con veneno—. El escuchar que me extrañaste, el leer que querías volver a besarme... Siento tanto asco de ti que apenas si puedo verte. No quiero que vuelvas a decir esas cosas nunca más.

El dolor era intenso.
Un dolor que parecía no parar y que con el paso del tiempo se hacía cada vez más grande.
Un dolor que había aparecido en el pecho de Keith; un dolor que no había conocido hasta ese momento.

—Marie, ¿es cierto todo eso que dices? Si hace unos días tú dijiste que también me amabas...

—¡Cállate enferma! Nunca jamás vuelvas a decir eso. Yo no podría amar a alguien como tú, lo único que me das es asco. De hecho hubiera preferido que nunca hubieras regresado—dijo con odio.

Marie vio como la mirada de Keith reflejaba el dolor que sentía dentro. Sabía que sus palabras le dolían pero no podía parar. Pensaba que, entre más lastimaba a Keith, era cada vez mejor persona por aborrecer el pecado.

—De ahora en adelante no tienes permitido dirigirte a mí a no ser que sea algo relacionado a tu labor aquí. No quiero escuchar tu voz de nuevo. No quiero ni siquiera verte...

Keith la interrumpió con sequedad mientras su rostro se mostraba serio de nuevo.

—Ya entendí, señorita Felton. Le ruego me disculpe mis indiscreciones y mis tontas ideaciones. Tenga por seguro que de ahora en adelante no habrán más imprudencias de mi parte.

—Eso espero, enferma—respondió Marie secamente.

Keith solo se dió la media vuelta.

Y Marie observó como poco a poco se alejaba.

Después de un momento, lejos de sentirse bien como se había sentido cuando había lastimado a Keith con sus palabras, se sintió de repente tan mal que unas ganas de llorar llegaron a ella.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2022 ⏰

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