Marie parecía hacer su rutina día a día con una sonrisa en su rostro. No quería admitirlo, pero después de la fiesta y de lo que su empleada le había dicho, había despertado en ella un sentimiento extraño. Un sentimiento que lograba que una sonrisa casi automática se instalara en su rostro con sólo recordar aquello.
Sin embargo, aún mantenía distancias con Keith. No quería entablar ningún tipo de amistad pero eso no era motivo para que evitara hablar con ella totalmente.
—He sido invitada por Alice a su casa. Nos vamos a reunir con Johana en la mía y, tú nos llevarás después hasta allá—dijo Marie cuando venían de regreso después de las clases de la joven.
—Claro, joven Marie. ¿Algo más que pueda hacer por usted?
—Creo que deberás esperarnos afuera, porque la casa de Alice queda algo lejos— dijo para después mirarla de reojo.
La verdad es que no era necesario que Keith se quedara, pues Alice había ofrecido a las dos jóvenes un carruaje para llevarlas de regreso, pero últimamente Marie no podía dejar pasar una oportunidad de estar con su empleada, además de que Johana solía hablar con ella cuando estaban juntas y, aunque ella no quisiera admitirlo, siempre prestaba atención de más a todo lo que Keith le decía.
Así que era una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar.
—¿Qué se supone que eres tú? —dijo un hombre ya viejo en voz alta mientras veía a las dos jóvenes sobre el carruaje—. ¿Quieres ser un hombre? ¡Maldita lesbiana!
Keith ni siquiera volteó a ver a aquella persona, simplemente siguió con su camino. Marie por otro lado sentía la vergüenza inundar su rostro.
Aquella palabra le ocasionaba una incomodidad profunda, tanta que, cada vez que la escuchaba ocasionaba que ella buscara algún lugar para poder esconder su rostro.
No se dirigían a ella pero aun así no podía evitar sentir aquello.
Casi inconscientemente buscó sentarse lo más alejada posible de Keith.
Después de que sólo quedaba el camino de vegetación y de que estuviera segura de que no había alguien más aparte de ellas, Marie le preguntó:
—¿No te hace sentir mal el que te llamen de esa manera?
—¿Por qué habría de sentirme mal, señorita Marie? — preguntó sin apartar la vista del camino.
—Porque es ofensivo... Si me lo dijeran a mí me resultaría bastante hiriente—dijo con gran dificultad.
—Joven Marie, le diré algo: lesbianas son mujeres que se sienten atraídas por su mismo sexo. Lo llaman de esa manera para poder tener un control sobre todo, como si debieran etiquetar cada cosa... En todo caso, ser lesbiana no supone un insulto o algo que denigre a la persona, simplemente es un término que se utiliza para decir que una mujer gusta de otras mujeres. Es tan simple como eso— Marie analizó aquellas palabras y se negó a verlo tan sencillo como su empleada le había dicho.
Optó por guardar silencio y observó los árboles que llenaban aquel lugar de una hermosa vista; el color verde de sus hojas la llenaban de una tranquilidad que le gustaba sentir cada vez que pasaba por ahí, pero en esa ocasión no pudo concebir esa tranquilidad. Aún seguía incómoda por lo anterior, y con una duda muy grande que no pudo soportar.
—¿Tú eres eso? — Keith volteó a verla rápidamente y después regresó la vista al camino.
—¿Soy qué? — preguntó ella confundida.
—Eso... Lo que dijeron hace un momento, ¿lo eres?
—No entiendo lo que quiere decirme, señorita Marie—dijo Keith aunque estuviera mintiendo. Sabía exactamente qué le estaba preguntando.
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SENTIMIENTOS OCULTOS (LESBIAN/LGBT)
RomantizmEn el pequeño pueblo de Cook, Marie, una joven de casi diecisiete años está a punto de contraer matrimonio con su buen amigo Jordan. Todo parecía sencillo, sin embargo la llegada de la nueva chica a la casa de la familia Felton podría suponer cierto...