Los días habían seguido su curso, Marie seguía asistiendo a las clases que su familia podía ofrecerle porque, afortunadamente, el padre de ella había heredado una gran fortuna. La joven no podía parar de pensar en aquel suceso aunque pasaran los días, lo que había ocurrido cerca de aquel río; de no haber sido por la nueva trabajadora, ella habría sido ultrajada.
No podía ni siquiera concebir la idea de eso. Se sentía en deuda con aquella extraña chica a la que veía trabajar arduamente cuidando de los animales que poseía su familia, además de encargarse de la seguridad de su hogar. Eran tareas para las que un hombre sería el candidato ideal, pero la joven empleada conseguía manejar el arma con gran seguridad, además de tener la fuerza suficiente de llevar materiales pesados para la construcción del nuevo establo. Podía ver que apenas se esforzaba por tareas así.
Algo era distinto en aquella chica, y no era sólo su apariencia.
Marie cuando hubo acabado el día de estudio en la casa del profesor Wesley, tomó sus cosas, se dirigía a la salida de aquella casa cuando el profesor se interpuso en su camino.
—Debería tener cuidado, joven Marie. He escuchado que la banda de delincuentes del pueblo vecino ha llegado aquí— Marie asintió con la cabeza y le pidió que no se preocupara por ella.
Su casa quedaba a menos de diez minutos de la casa del profesor. Además todo el tiempo había regresado a su casa sana y salva, y el pueblo de Cook solía ser bastante tranquilo. De seguro eran sólo rumores para espantar a la gente del pueblo.
La joven se encontraba caminando por aquel sendero que quedaba envuelto de vegetación, el cual le agradaba recorrer cada vez que regresaba a su casa después de las clases.
Marie pensaba por qué una chica tan bonita como lo era Keith se encontraba trabajando en su casa. Ella podía aspirar a casarse con un buen hombre y dedicarse a ser madre de familia. El sueño de toda mujer.
Cuando pensaba en eso, un sentimiento extraño la invadió; era como si sintiera un cierto desagrado por la nueva joven.
Desaprobaba completamente su forma de actuar; como si fuera un hombre, porque eso es lo que hacía; actuaba como un hombre al querer realizar las tareas que eran especiales para ellos.
Pudo visualizar su casa y sabía que su recorrido estaba casi al final pero, de pronto, de uno de los árboles que había en aquel lugar salió un hombre robusto, llevaba un puro en la boca y la observaba con una sonrisa ladina.
—¿Qué haces tan sola, preciosura? —dijo sin quitar su sonrisa. Le daba escalofríos verlo, se sentía insegura. No podría salir corriendo porque era probable que su vestido le estorbaría, y él terminaría atrapándola.
Intentó mantener la calma y sin dirigirle la palabra siguió avanzando.
—Te estoy hablando—aquel hombre se acercó a ella y la tomó por el brazo—. ¿Es que acaso no te educaron? A un hombre siempre debes responderle cuando te pregunta algo.
—Déjeme en paz— pidió ella—. Sea tan amable de retirar su mano, por favor.
El hombre soltó una carcajada y la tomó de la cintura acercando su rostro al de ella.
—Eres demasiado hermosa— su mirada recorrió su cuerpo y se relamió los labios—. Tienes un cuerpo muy atractivo.
Su corazón latía rápidamente, ella empezaba a sentir como su cuerpo empezaba a sudar; estaba tan cerca de casa pero a la vez tan lejos.
Ella intentó escapar pero el hombre logró sujetarla del brazo y atraerla nuevamente a él, la sujetó de ambos brazos y acercó su rostro al suyo hasta que logró besarla. Su aliento olía a licor y podía sentir el asco por sentir la saliva de aquel hombre en sus labios.
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SENTIMIENTOS OCULTOS (LESBIAN/LGBT)
RomanceEn el pequeño pueblo de Cook, Marie, una joven de casi diecisiete años está a punto de contraer matrimonio con su buen amigo Jordan. Todo parecía sencillo, sin embargo la llegada de la nueva chica a la casa de la familia Felton podría suponer cierto...