Capítulo 22. No perder nada

8 1 0
                                    

En toda mi vida jamás creí verlo así.

Mirándome a mi, con Enojo, Decepción y desconcierto, pero la que más prevalece.

Enojo.

No creí que me miraría así de nuevo.

Después de que dije eso, su cara se torno demasiado seria y tardó unos minutos los cuáles estuvo mirándome y ordenó que me adentraran a su auto.

Con discreción saco mi móvil del bolsillo enviándole un mensaje a Dani de que no diga nada.

Esto es un desastre.

-¿¿Qué haces? dame tu móvil Michelle.-me sobresalto en el asiento, él tiene la mano abierta en mi dirección.

Con rapidez impresionante borro el mensaje solo para mi, Quedando en nuestra conversación pasada de dónde estaba.

Todo fue silencioso y en menos de lo que esperaba estaba bajándome de el auto para entrar a la casa, el auto de Daniel  estaba aparcado a unos cuantos metro a delante que el de papá.

Agradezco que solo sea su auto. 

Al entrar, en la sala estaba mama y mi hermano.

no me molesta que el vaya a carreras clandestinas se que ama correr es algo al abuelo le apasionaba y nos contagió esa pasión a nosotros también. El y yo amamos correr, me molesta que me haya mentido, prometió que no correría de nuevo y aun asi lo hizo, qué necesidad había de mentirme.

Papá amaba correr esa es unas de las razones por las cuales también nos apasiona, era increíble ver a papá tan feliz en ese tiempo, y me es imposible creer que ya no le llame la atención y lo odie.

Mi corazón se acelera preparándose para lo que viene.

-Papa no es necesario, lo que paso...-Daniel intenta intervenir pero papá lo calla levantando la mano.

El realmente está enojado y eso nos asusta a todos.

-Michelle sube a tu habitación- ordena papá.

-Papa...

-¡Sube ahora!-su voz más gruesa y elevada.

Espero que alguno de los dos intervenga pero no lo hacen, por supuesto nadie se atrevería con ese tono.

-¡No! Escucha yo sé que lo que hice está mal ante tus ojos, pero créeme no lo es ¿De acuerdo?...

-No me desobedezcas y ¡sube ahora!

-¡¿Por qué?! no lo entiendo no están malo, tu practicabas esto, además no es una gran diferencia a lo que tú eres. ¡¿Carreras clandestinas?! ¡¿Mafia?! No es gran diferencia todo lo que hacemos es ilegal así que no me digas que esto está mal por qué tú haces algo peor.

-¡Basta! -se acerca a mí-Todo lo que hago es por el bien de esta familia. lo hago por tu bien para protegerlos, no perdemos nada.

Al oír lo ultimo que dijo sentí una furia increíble, cómo puede decir eso cómo puede siquiera pensarlo.

Lo miro a los ojos y al instante se que se arrepiente de lo que dijo, pero no me voy a quedar callada.

-¡¿No perder nada?! Te diré que perdí, ¡perdí aún hermano!-mi voz tiembla y mis ojos se nubla por las lágrimas contenidas-lo perdí-susurro-Y todo por qué querían dañarte ¡Fue tu culpa que el muriera! ¡Y cuando llegaste y viste lo que paso!-me acerco a el-por segundo me viste como si hubiera sido mi culpa, ¡me miraste con odio!-

-Lamento si te vi de esa manera-

Por reflejo miro a mamá y Daniel.

Ambos bajan su cabeza.

Desde que te vi  I EN PROCESO IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora