❛𝐌𝐔𝐃𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃❜ ᵃ ᵈᵃᵇⁱ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓

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思い出
𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔.

EL INVIERNO NO ERA SU ESTACIÓN favorita cuando estaba viviendo en el reformatorio. No había calefacción en su habitación y a veces tardaban semanas en llevarle nuevas frazadas más abrigadas por lo que las noches eran una tortura. Pero en la UA, todo siempre fue diferente y se destacó por un estilo de vida desconocido para ella. Ya no pasaba frío en las noches sino que su cama estaba pesada de tan abrigada que se había puesto.

Aizawa la esperaba en su departamento, todos los días de estudios debían hacer bastado para que aprenda lo básico del funcionamiento del cuerpo humano y comenzar con el nuevo entrenamiento. Ella fue tan abrigada que a penas se le veía la cara, Aizawa no creía que hacía tanto frío para semejante abrigo. Se sentaron en la mesa uno delante del otro con una navaja en el medio, ambos de miraron, "¿Prefieres probar sanarme a mi o a ti misma?".

"Lo haré yo, pero prepara las vendas puede que termine desangrandome aquí mismo."

Ella puso la navaja en la palma de su mano e hizo un pequeño corte, la sangre color azabache salió de su mano y sus ojos brillaron. Se concentró en las instrucciones que le había dado su entrenador Y la sangre dejó de salir, se juntó en el lugar de la herida y se hizo rápidamente una cascarita.
Pero ni bien terminó se desmayó en la mesa.

Despertó media hora después en el sillón de su profesor con un dolor de cabeza terrible, se sentó muy mareada y agarró su cabeza que explotaba.

"Veo que es una técnica muy difícil, aunque con años de práctica puede que mejores y ya no te desmayes."

A pesar de que ella lo veía doble asintió con la cabeza fingiendo que nada sucedía, descansó unos minutos más y lo volvió a intentar pero con la mano de él. La sangre roja de Aizawa corría por su mano mientras intentaba con todas sus fuerzas cerrar la herida, pero nada sucedía, todo seguía igual. Se volvió a desmayar pero ésta vez quedó más tiempo dormida.

Él llegó a dos conclusiones, la primera: estaba muy cansada y debía intentarlo otro día. O la segunda, algo especial debía tener su cuerpo que actuaba bien su don en conjunto.

La dejó irse luego de darse cuenta que estaba exhausta, y solo lo había intentado dos veces. Volvió casi tambaleando a sus dormitorios, tenía la vista cansada y toda su cabeza le pesaba y daba vueltas. Era como si cientos de personas le hubiesen gritado al oído al mismo tiempo, o una manada de elefantes hubiese tenido el capricho de pisarle la cabeza.

Se sentía cada vez más débil en cada paso que daba y le costaba respirar, entró al departamento y el cambio de el ambiente calefacciónado de adentro con el frío de afuera la perdieron aún más.

"Akira-Chan, estabamos viendo el video sobre muestra presentación en el festival cultural ¿Vienes a verlo con nosotros?". Sero estaba sentado en el sillón junto al resto de la clase, miraban la tele donde se veían en el escenario cantando y bailando. Pero ella no contestó, sentía como la temperatura de su cuerpo subía y ya no podía moverse. "¿Akira?".