❛𝐌𝐔𝐃𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃❜ ᵃ ᵈᵃᵇⁱ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ ✓

━━━𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐎

LLOVÍA. HABÍA LLOVIDO MUCHO en los últimos días, pero a ella le gustaba. Encontraba paz en el sonido de las gotas tocando el techo y en el aroma a tierra húmeda, era un día perfecto para ella. Caminó hasta su baño recién despierta y se lavó la cara, se quedó unos minutos contemplando su reflejo... cuánto había cambiado en los últimos años. Su pelo estaba completamente blanco y ya no había rastro de felicidad en su rostro.

Aquel día, vaya a saber uno cómo, Matsuda la encontró sentada, dormida en un callejón, y la llevó hasta su casa. Le dio la atención médica necesaria hasta que pudo ser capaz de volver a caminar por su cuenta.
En ese momento todo el mundo la buscaba, estaba su foto en todos los diarios y noticieros advirtiendo lo peligrosa que era y la gran recompensa que se ofrecía por su cabeza. Todos la odiaban y le tenían miedo de nuevo por lo que tuvo que estar oculta por un tiempo.

Años después, cuando pudo hacerse cargo del trabajo de su padre por la mayoría de edad salió por primera vez. Matsuda había dedicado todos esos años a educarla como Yagami Light había pedido, y no fue difícil porque ella accedió a cualquier cosa sin oponerse y gracias a eso, Osiris recuperó todo el territorio perdido en más de diez años de ausencia.

Nuevos aliados pidieron unirse de nuevo al clan que cada vez se hacía más poderoso y millonario ahora que sabían que alguien como Yagami Akira estaba al mando, tanto por ser hija del temerario Kira como por la propia fama que había armado por sus crimenes. El número de miembros crecía cada día y marcaba límites en toda la ciudad de Tokio.

Hizo trato con los jefes de seguridad del país y su nombre fue borrado de "los criminales más buscados", sus archivos y documentos fueron quemados y ya no había nada que pueda confirmar su existencia. Pudo así salir a la calle, a parques, a tomar helado, al cementerio, que nadie la arrestaría.

Yagami Akira, era ahora una jóven mujer heredera de una gran fortuna y dueña de una de las mafias más grandes de Japón, era una mujer que hermosura había sido dada de la madre e inteligencia digna del padre, una mujer cuyo poder hacía temblar hasta el gobierno y quien se consideraba casi invencible. Podría decirse que para algunos su vida no estaba tan mal, tenía los lujos que quería, el dinero le llovía, todos le daban su respeto y nadie se atrevería nunca a retarla. Pero ella se sentía vacía y nada le importaba. Ni el dinero, el trabajo o la gente que debía matar por el negocio. Nada le interesaba. Solo hacía su trabajo y ya estaba.

Su nombre se conocía en todos lados por ser una gran líder que hacía negociaciones hasta para el gobierno, ellos no se metían con ella ni ella lo hacía con ellos, un acuerdo de paz mutuo, algo que Light nunca había podido conseguir. Ella podía hacer lo que quisiera que la ley nunca la seguiría, que los héroes no la perseguirian ni la gente le reprocharía.

Temida por todos. Respetada por todos.

"¿Era eso lo que querías, Padre?"

Ella no era feliz con lo que le había tocado vivir, extrañaba a sus amigos, los cuales nunca más habló, extrañaba los abrazos de Aizawa y los consejos de Shinsou, los bailes con Mina y los chistes de Sero, extrañaba a Dabi y su estúpida indiferencia hacía ella. Pero era algo que ya no podía recuperar. Ellos eran héroes profesionales, debutados hace dos años y medio y tenían una responsabilidad con la ley; además no es que querrían volver a ser amiga de una asesina dueña de una mafia. Y Dabi... estaba muerto por lo que sabía.

Ella se vistió y salió de su habitación custodiada por dos guardias. Desayunó, firmó unos papeles, descansó, dio unas ordenes, almorzó, mando a matar gente, durmió la siesta, contó dinero. Toda una estúpida rutina que se repetía todos los días una y otra vez ¿Acaso nada divertido iba a pasar?

"Señorita Yagami, tiene visita."

"¿Quién?".

"Shigaraki Tomura, dice ser viejo amigo."

Akira se quedó unos segundos mirando a la nada, recordando, y dándose cuenta que no lo había visto desde la última misión con LOV hace muchos años. Movió la cabeza entrando en razón y ordenó que pasen a su habitación. Era un living grande con un gran televisor y miles de cosas para entretenerse.

Cuando entró Akira visualizó su verdadero nombre flotando en su cabeza y rió, "Yo sabía que tu nombre no te sentaba bien aunque Tenko suena muy infantil".

"Un placer volverte a ver Yagami".

"¿Y bien? ¿Que necesitas? Estoy muy ocupada si no te molesta así que quiero que seas rápido."

"Parece que a alguien por fin admitió cuál era su lugar en el mundo alguien al fin..."

Ella suspiró interrumpiendolo, "Dije rápido".

Él giró los ojos y fue directo al punto, "alianza".

"¿En que me beneficiaría?", él sonrió y procedió a explicar todo lo que tenía planeado.

[...]

Luego de hacer un gran trato, Akira acompañó a Shigaraki a la puerta, él había venido solo con un guarda espaldas y se había quedado afuera esperándolo con el resto.

"Me alegra que hayamos quedado en un acuerdo, espero verte pronto Tomura. Tal vez almorzar en algún lugar, sería un placer volverte a ver." Akira le sonrió, había aprendido a fingir emociones con el pasar del tiempo y se veían tan reales.

"Me encantaría", dijo al mismo tiempo que atravesaba la puerta hacia el otro lado de la habitación, "Ah! Mi guardaespaldas es admirador suyo y le gustaría saludarla ¿Le daría ese placer?".

"¡Claro! ¿Cómo no?", Akira lo que menos quería era que un desconocido le diga cuanto la admiraba y le diga cuanto ansiaba chuparle los pies.

El jóven de pelo blanco se acercó a ella, tenía su identidad bien oculta, con una mascarilla negra y lentes de sol. Agarró su mano y se bajó la mascarilla para besarla, pero ella se quedó helada al ver la parte abajo de su rostro y le sacó los lentes que tenía puestos para encontrarse con esos ojos celestes que tanto tiempo había creído apagados.

"Akira, un gusto volverte a ver", Dijo Dabi con una sonrisa arrogante.