Como un espejismo.

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El Superintendente no dejaba de caminar de un extremo de la habitación al otro, la espera se estaba volviendo interminable y las agujas del reloj no avanzaban, hasta que el sonido de la puerta de comisaria hizo que todos se detuvieran, esta se abr...

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El Superintendente no dejaba de caminar de un extremo de la habitación al otro, la espera se estaba volviendo interminable y las agujas del reloj no avanzaban, hasta que el sonido de la puerta de comisaria hizo que todos se detuvieran, esta se abrió y la silueta de una persona apareció, por suerte para algunos, solo era el comisario Volkov que volvía de un código 3.

Conway respiro y volvió a lo suyo, comenzó a caminar nuevamente como un loco.

El rubio se encontraba perdido en un mar de pensamientos mientras miraba a esa niña que quizás sea su perdición... ¿Qué había hecho mal para que la vida le hiciera algo así?

- Privet. – saludo el ruso con cansancio.

- Buenas Comisario Bombón. – contesto coqueto el de cresta.

- ¿Qué ocurre aquí? – interrogo aun con el ceño fruncido procesando como lo había llamado el agente Pérez.

- Mmmm... puedo contarle todo si patrullamos juntos... - propuso Horacio. – pero no tengo el final si quiere el chisme completo debemos quedarnos.

- Mmmm vale... nos quedemos en la armería, pero si sale un aviso hay que acudir, ¿de acuerdo? – hablo convencido.

- 10-4 Volkov. – contesto el de cresta que ahora la tenía verde.

- Comisario Volkov. – corrigió

- Disculpe Comisario Bombón. – bromeo con una pequeña sonrisa en la cara.

- Ya déjelo. – dijo en un suspiro de manera rendida.

Un "¡MAMA!" se escuchó mientras la puerta de comisaria se abría y cerraba nuevamente, justo en ese instante todas las miradas se posaron en la mujer que caminaba hacia la adolescente que se encontraba aun sentada en la silla del recibidor.

Conway comenzó a temblar, sentía un dolor en su pecho y casi que no podía respirar, su vista se nublaba y era por culpa de las lágrimas que se estaban acumulando en ellos. Sentía que volvía al pasado, a esa noche oscura y dolorosa, esa noche en la que había perdido todo, esa noche en la que quería dejar de pertenecer a ese mundo lleno de sufrimiento. Un miedo invadió su cuerpo. Miedo a que fuera un sueño y que la realidad lo golpeara de nuevo con aquella verdad. Miedo a que no fuera un sueño y tener que tomar decisiones con respecto a sus sentimientos. ¿Gustabo o Julia? ¿el pasado o el presente? ¿Y mis hijos?

Gustabo supo que era Julia cuando vio la lagrima que caía por la mejilla de Jack y este la secaba con el puño de su camisa. El ver anhelo en la cara de su novio le produjo un nudo en la garganta y maldijo en todos los idiomas que conocía, que lastimosamente no eran muchos.

Julia preocupada se acercó al rubio que tenía cara de pocos amigos y le pregunto qué había ocurrido, porque su niña se encontraba en ese sitio.

El agente García le contó amablemente con una sonrisa, un tanto falsa, todo lo que paso en esas pocas horas que habían sido eternas para todos.

Con la pequeña conversación que habían tenido se dio cuenta de porque Conway no podía dejar de pensar en Julia, era fácil enamorarse de ella, en resumidas palabras, era la mujer perfecta, un bello cabello pelirrojo, piel de porcelana, pequeñas pecas adornaban su nariz y pómulos. Era dulce, amable y tenía una sonrisa que conquistaba a cualquiera que se cruzara por su camino.

Y... de pronto algo hizo click dentro de su cabeza y un recuerdo llego a ella, a esa sonrisa la había visto antes en la cafetería que se encontraba a unas cuadras de su casa.

No lograba quitar el sentimiento de odio que se apodero de él en ese momento, no sabe cuando llego y tampoco si en algún momento se iba a ir.

¿Y si ella planeo todo esto para robarle al amor de su vida? ¿Podría evitarlo de alguna manera? Seguramente esa mañana cuando cruzaron sus miradas por un breve momento, ella sabía que Gustabo era la razón por la que Jack iba a volver a sonreír.

Había pasado un buen rato desde que dejo de escuchar lo que sucedía a su alrededor por el gran ruido que hacían sus propios pensamientos, se iba a volver loco y la causa era una mujer que volvió de las cenizas.

A la lejanía se podían observar dos cabecitas asomadas por la puerta de la armería, uno de ellos tenía los ojos abiertos como platos y el otro no entendía absolutamente nada.

- Llego el momento de patrullar Comisario. – susurro mientras lo agarraba del antebrazo tirando un poco de él.

- Pero aún no hay avisos por ra...

- ¡Mire! ¡Un robo! – lo interrumpió agarrándolo más fuerte, haciendo que corrieran hacia los calabozos. 



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Ojo, ojito, ojete xD dos actualizaciones en menos de un mes jaja 

Tuve un tiempito y acá esta, quizás no es 10/10 pero se entiende xD

Sigo sin poder creer que esta historia haya llegado tan lejos  y todo es gracias a ustedes, gracias, gracias y gracias uwu)/

Espero que haya sido de su agrado (no se enojen conmigo, Julia quería sentirse viva xD), cualquier duda, consejo los leo en los comentarios :D

Lxs quiero <3

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2021 ⏰

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