¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de aquel pequeño accidente tuvo en el pasillo con Gustabo y la bromita que le hizo en lo vestidores decidió seguir con su trabajo, llego a su despacho y no podía dejar de pensar en lo que había vivido hace unos minutos atrás.
Mirando por la ventana y encendiendo un cigarrillo pensó en que poder ver la cara de miedo, vergüenza y nerviosismo de aquel agente lo había hecho sentir aún más poderoso, superior, pero confuso.
Le gustaba ser temido, respetado, sin embargo, con ese niño se había sentido también deseado. Quizás no debería haber dicho aquello. Pero así fue, alguna parte de Conway lo hizo, lo dijo una parte de Conway que no recordaba tener.
-No fue nada. –decía en voz baja para tratar de persuadir aquellos pensamientos.
Por la ventana podía ver la ciudad, era un día muy tranquilo, se veían pocos autos a lo lejos un parque con niños jugando y personas paseando sus mascotas, el sol brillaba como nunca, pero la tarde era fresca.
Con pasos lentos llego hasta su cómoda silla dejo el cigarrillo en el cenicero, este se consumía poco a poco, tomo asiento apoyando sus codos en los reposabrazos y oculto su cara detrás de sus manos. Inhalo y exhalo profundamente para luego mirar hacia la pantalla que tenía a su izquierda, era hora de seguir con el trabajo.
Había mucho por hacer, debía revisar los currículos de aquellos que deseaban pasar los exámenes y las oposiciones, tenía que acomodar los expedientes de los alumnos nuevos. Estaba cansado. Copiar, mover, pegar, abrir carpeta nueva.
Todo se repetía hasta que se dio cuenta que en esta nueva pestaña se encontraba el expediente de García, se quedó mirando esos ojos azules, algo escondían, eran profundos, una vez que te atrapaban no podías apartar la mirada.
El sonido que hizo Volkov al tocar la puerta lo sacudió y volvió en sí, se había perdido por unos minutos. ¿Qué le pasaba? ¿Dónde está el Superintendente? Debía dejar esa nueva distracción de lado o le traería problemas y lo sabía.
-Hay un código 3 en progreso, ¿Nos acompaña? – pregunto con calma el comisario, listo para partir hacia el Fleeca.
- 10-4, necesito un poco de aire fresco. – afirmo el mayor mientras se levantaba de su silla.
-Espere un momento. – lo freno el comisario.
Volkov cerró la puerta detrás de él, para dar un paso al frente y se paró delante de Conway con los brazos cruzados. Lo observaba con ojos sospechosos, el de pelo gris sabía que al Superintendente le ocurría algo, fueron muchos los años los compartidos con ese hombre. El mayor lo miraba sin comprender que ocurría.
- ¿Le ocurre algo Conway? – interrogo con las dos cejas levantadas aun con los brazos cruzados.
- ¿De qué coño estás hablando? – pregunto con nerviosismo.
- No me ha contestado la pregunta. – respondió
- No tengo tiempo para tus gilipolleces, capullo. – dijo mientras acomodaba su corbata y se apresuró para salir por la puerta. – mueve el culo, que tenemos que asistir el código 3.
Volkov se quedó parado escuchando a Conway que cerraba la puerta de su despacho detrás de él, se quedó pensando un momento. Su mirada se enfocó en la pantalla del ordenador del morocho. Estaba el expediente de García aun abierto. ¿había ocurrido algo con ese agente? ¿lo iba a despedir o le iba a dar un ascenso? Realmente ese agente le importaba muy poco, el que lo tenía intrigado era Conway.
_______________________________
Holi u.u
Decidí subir este capitulo porque creo que en este momento es lo único que me distrae y me hace sentir menos triste o desanimada.
En esta historia Conway y Gustabo no tienen un parentesco así que no hay de que preocuparse xD pero ya saben si no estan comodxs no lean :v
Espero que lo disfruten y gracias por leer otra vez. 😭
