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Se subieron al coche de superintendente y partieron hacia su departamento que estaba más cerca del lugar. Gustabo no dejo que el calor que emanaban sus cuerpos se apagara, caricias y pequeños besos en el rostro del mayor mantenía viva las ganas de amarse que tenían. Conway solo se dejaba llevar, ya llegaría el momento en el que él tendría todo el control.
Sentían que iban a enloquecer sino llegaban a su destino con rapidez. Maldecían cada semáforo en rojo y cruce peatonal.
Gustabo con la mirada en Jack se recostó en el asiento del copiloto y llevo su mano derecha hacia su miembro y la izquierda a la entrepierna del mayor dando pequeños masajes.
Un jadeo por parte del moreno y un pequeño gemido por parte del menor rompió el silencio que había dentro del Audi haciendo que una sonrisa apareciera en la cara de Conway. Sus pechos subían y bajaban rápidamente indicando como sus pulmones inhalaban poco a poco todo el oxígeno que quedaba dentro del coche. Sus corazones latían como nunca antes lo habían hecho. Las ganas de probar al contrario habían incrementado de una manera incalculable.
Conway intentaba abrir la puerta del departamento torpemente mientras Gustabo lo abrazaba por la espalda y desabrochaba lentamente el cinturón del mayor.
- Joder. – dijo el superintendente entre jadeos.
- No sabes cuánto te deseo Jack. – susurro Gustabo en su oreja a la vez que la mordía de una manera suave.
La puerta se abrió con fuerza y Gustabo fue jalado de su mano hacia el interior de un elegante y blanco departamento.
La espalda del rubio choco contra la pared y besos desesperados comenzaron a humedecer todo su cuello, una pequeña mordida hizo que su piel se erizara y un gemido saliera de su suave y rosada boca.
Conway cogió a su amante por la cintura y lo levanto para poder tener un poco más de contacto mientras Gustabo lo rodeaba con piernas y buscaba los labios del mayor para comenzar un apasionado beso.
Con el menor aun en brazos se dirigió hasta su habitación, en el camino el de ojos claros le quitaba la corbata y con desespero desabrochaba cada botón de la camisa blanca del contrario.
Dejo a Gustabo en la cama y sin separase mucho le quito el pantalón mientras el que estaba debajo se quitaba la camiseta.
Besos y mordidas dejaban marcas en todo el torso del menor que no podía controlar la situación debido a que Conway lo había cogido de las muñecas y colocandolas sobre su cabeza haciendo imposible el tocarlo.
Un beso lleno de lujuria dio paso a una de las noches más apasionadas que algunos de los dos había tenido ya que no solo se trataba de deseo sino también de un amor muy profundo.
-Necesito más. – dijo el menor entre jadeos y gemidos
- ¿Cuánto? – respondió Conway con una sonrisa en la boca.
- Enséñame. – susurro.
Conway sonrió y jalo el bóxer para quitárselo, una vez lo logro se detuvo unos minutos a observar lo bien que se veía Gustabo desnudo entre las sabanas de su cama, era una imagen que guardaría por siempre en su alborotada cabeza. Coloco 2 dedos en la boca del de ojos claros para que los pueda empapar con su saliva, abrió las piernas del menor e introdujo uno de ellos lentamente en la entrada del rubio haciendo que este soltara un gemido. Con la mano que le quedaba libre comenzó a masturbar el miembro de Gustabo muy lentamente, este último solo se retorcía en la cama y al sentir el segundo dedo dentro suyo dando pequeñas embestidas, solo pudo sostenerse de los hombros del mayor y gemir.
-Hazlo ya. – suplico Gustabo a la vez que sus manos se enredaban entre las sábanas blancas.
Conway se giró rápidamente para sacar un bote de lubricante de su mesita noche y cogió a al rubio de la cintura y lo acerco a él, masajeo su propia erección con el lubricante que se había echado en la mano y con mucha delicadeza metió su pene en Gustabo y comenzó a moverse con suavidad para no lastimarlo. El menor arqueaba su espalda y abría su boca, sin embargo, ningún sonido salía de allí debido al gran placer que sentía en ese momento, Conway sonreía y jadeaba como no lo hacía hace mucho.
- N-no voy a aguantar mucho... más Jack. – aviso Gustabo con un jadeo.
- Venga muñeca, córrete para mí. – dijo el mayor mirándolo a los ojos.
Con una mano sostenía del muslo a su amante y con la otra cogía el pene de Gustabo que lo masturbaba esta vez sincronizándolo con las embestidas.
Un fuerte gemido por parte de Gustabo se escuchó en la habitación, se había corrido en la mano de su pareja y Conway no tardó mucho en hacer lo mismo, ver a Gustabo de esa manera lo volvía loco.
El mayor cayó sobre el pecho del rubio y este comenzó a acariciarle el pelo.
- Te quiero Jack. – soltó Gustabo.
Conway giro la cabeza para que sus miradas se conectaran y una sonrisa se formó en sus rostros.
- Yo también, anormal. – respondió.
Un pequeño beso los unió para finalizar esa apasionadanoche. Una en la que por fin se sentían vivos
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Holis :D
Me demore (pido perdón por eso) pero lo prometido es deuda jaja acá esta xD he hecho lo que podido x.x es la primera vez que escribo algo así.
Espero que haya sido de su agrado 🅰️
Miles de gracias por seguir ahí y apoyarme, todavía siento que no merezco tanto
