Apolo

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Feliz cumpleaños, mí dríade.

Ya era tu día y yo no podía esperar más.

Un nuevo anillo crecía con orgullo en tu laurel.

El gran momento se acercaba.

Deseaba con ansias que por fin tu corazón respondiera al mío uniendo nuestros latidos en un mismo compás.

Y ya quedaba poco.

Guardé tu regalo en una caja y me presenté en tu casa.

Oía tus plañidos desde la calle, me rompías con cada uno.

Tu sufrimiento me mataba. Tú me matabas.

Yo estaba contigo, siempre lo había estado y siempre lo estaría.

Jamás lo olvides.

Respiré hondo y...

*toc, toc*

Apolo y DafneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora