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Mis dedos se deslizaban lentamente por las cuerdas del ukelele que tenía en mis manos. Me concentraba, observando por la ventana que estaba en esa desolada habitación, viendo cómo amanecía.
Estaba expectante, hoy sabría algo de mi familia, estaba contento pero a la vez miedoso por lo que podría pasar. Ésta gente es capaz de cualquier cosa, hasta de cortarle el dedo a Monik hasta degollar a mi madre.
Me quedaría toda la vida aquí, me convertiría parte de este negocio que me da asco si a cambio ellas estarían bien. Me siento cada vez más inútil, porque no sé cuál es mi función aquí, no sé qué problemas existe entre mi familia y la de Luis.
Cuando el sol ya está comenzando a salir por completo, camino hacia la habitación donde yace mi prometida durmiendo, su brazo está extendido hacia mi lado como si en algún momento me buscara entre sueños.
Me quito la camiseta, el pantalón y sólo me quedo en bóxer. Me acuesto en la orilla como si toda la noche yo estuviese ahí, durmiendo alado de Candelaria.
Observo su rostro, lleno de pecas y pienso que es muy bonita. La actitud que tenía la primera vez que la vi era bastante horrible y agradezco que por lo menos se esté comportando de otra forma.
¿Seré feliz estando casado con alguien que no amo?
Me burlo internamente, ni siquiera soy feliz ahora, estando secuestrado por una de las bandas de delincuencia mexicana más poderosa del momento.
— Buenos días, Ruggero— la voz somnolienta de Candelaria me saca de mis pensamientos.
— Buenos días.
Siento su mano acariciar mi rostro suavemente antes de plantarme un beso en el cuello, sus manos se deslizan por mi pecho hasta llegar a la orilla de mi bóxer. Antes de que llegue a mi entrepierna, la aparto educadamente.
Sus facciones rápidamente se endurecen y su rostro se transforma en completa ira.
— Estamos comprometidos, Ruggero— me levanto de la cama y camino hacia el baño, la cual ella no tarda en seguirme.
— Por obligación, nada más — intento cepillarme pero me arrebata el cepillo de dientes, suspiro cansado.
— Debes acostumbrarte a pasar tiempo conmigo a que tengamos intimidad porque sólo eso te salvará de la muerte — se pone roja de la rabia.
Me paso la mano por la cara.
— Sólo déjame en paz.
Le arrebato el cepillo, ella sale a zancadas del baño y ruedo los ojos. Luego de asearme, me visto con un traje ya que en ésta casa todos los hombres lo llevan.
Salgo en el pasillo y a lo lejos veo caminar a Karol, llevaba un vestido ajustado al cuerpo que resaltaba su lindo cuerpo. El recuerdo de la cercanía de su cuerpo al mío y la tremenda erección que tuve después de eso.
<< Karol Sevilla >>
Un dato bastante curioso, que no sea una Molfese llama mi atención y despierta mi curiosidad. Sus pasos son seguros y el contoneo de sus caderas es bastante sensual.
— Ruggero, papá solicita tu presencia en su oficina — se detiene justo frente a mi. Sus ojos verdes mirándome con un brillo de superioridad que aunque lo niegue me prende.
— Allí estaré.
Se gira nuevamente, camina hacia la oficina de su padre y la sigo. Es imposible no observar su pequeño pero hermoso trasero.
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Perfección tan irreal
FanfictionLa realidad era cruda porque todo era pasajero, nada era eterno y cuando creía que algo podría ser eternamente mío solamente desaparecía. Crecí rodeado de traiciones y llevaba en la mente que tarde o temprano lo bueno en mi vida se terminaría. Ser R...