Capítulo II. El viaje de Alicia.

283 5 0
                                    

Hoy es un día muy especial, hay un evento en la universidad y aparte de que es mi concurso de maquetas y la final del torneo de futbol de la escuela, también hoy le llega a mi prometida la respuesta de la carta que envió a la universidad de Yale en New Haven, Connecticut, E.U. solicitando el ingreso a un seminario avanzado de Economía de tres meses de duración, y aunque me pone triste el hecho de que muy posiblemente no la veré en tres meses me reconforta saber que tiene deseos de superación y de verdad que deseo con todas mis fuerzas que la respuesta de la universidad sea favorable. En fin, hoy no tuve mi rutina de ejercicio, puesto que prácticamente me pasé toda la noche y la madrugada alistando los últimos detalles de mi proyecto, me duché y me alisté para el gran día, estaba muy nervioso, pues si ganaba, me iría 1 año a Europa, un año que estaría lejos de Alicia, a menos de que le aceptaran su solicitud al seminario, pues al terminarlo podría ir a uno de administración a Oxford en Inglaterra, justamente la universidad a la que yo me iría si obtenía la beca. En fin, bajé a desayunar y entonces, ahí estaban esperándome las tres mujeres más importantes de mi vida: Violeta (mi madre), Jazmín y Alicia, el amor de mi vida, con un pequeño pastel y un cartel que decía “Feliz cumpleaños Mark”. ¡Dios mío! con tanto ajetreo había olvidado que hoy era mi cumpleaños… detrás de mí escuché a mi padre entonar las mañanitas con su vieja guitarra, fue un inicio perfecto para lo que yo esperaba fuera un día perfecto, después de comer el delicioso pastel de Jazmín, Alicia y yo nos dispusimos a ir a la universidad, nuevamente llevados por mi padre, la verdad es que esta vez fue agradable que se me hiciera tarde, valió tanto la pena. Esta vez mi madre nos acompañó a la universidad, al igual que Jazmín, no se podían perder por nada del mundo el concurso ni la final del torneo, mi madre después de insistirme todo el trayecto, me ayudó a llevar mi maqueta y Jazmín se había comprado un balón para que, al terminar el partido se lo autografiaran los campeones (así de grande era su cariño y confianza hacia mí). Ese día no tuvimos clases, así que, inmediatamente nos dirigimos al auditorio de la escuela a dejar mi proyecto y acomodar los últimos detalles de mi mesa de exposición, al lado de la misma se encontraba la de mis mejores amigos, quienes también habían entrado al concurso, Elías ya había llegado, incluso ya tenía lista su mesa de exposición, pero Gabriel no, y eso me sorprendía de él, pues era el más puntual de los tres.

-Tal vez Gabo se arrepintió de concursar cuando le envié por WhatsApp la foto de mi maqueta- Dijo Elías muy confiado.

-No seas ridículo Elí-le dije-lo último que haría Gabo sería dejar un proyecto a medias, y menos después de ver tu trabajo, y no es que sea malo bro sino todo lo contrario, es tan bueno que seguro lo vio como un reto a superar y se quedó a modificar su proyecto…

-Por fortuna no le mandaste una foto de tu proyecto osito- Me interrumpió Alicia- Seguro que si lo hacías, de verdad se retiraba- Mi madre y Jazmín respaldaban las palabras de mi prometida.

-Además traes porra “osito”-Dijo Elías, burlándose del mote que me había puesto mi novia.

-Ja ja ja, muy gracioso bro, pero sí, traigo mi porra y por ellos es que ganaré este concurso.

-Ya lo veremos hermanito, ya lo veremos.-Concluyó mi mejor amigo.

Después de alistar mi mesa de exposición, fuimos a la cafetería a comprar algo para beber, yo quería mucho café, la desvelada ya estaba haciendo estragos en mí y me empezaba a sentir como un zombie de los que salen en “The walking dead”, regresamos al auditorio justo a la hora de inicio del concurso y, para mi sorpresa, los jueces habían decidido intercambiar las mesas de exposición así que no pude ubicar la mesa de Elías ni tampoco percatarme si Gabriel había llegado o no a tiempo. El concurso fue bastante estresante y casi me quedo dormido, ya que había alrededor de veinte jueces y todos tenían que pasar a ver las más de cien maquetas que habían concursado, lo peor de todo era que no podíamos levantarnos de nuestra mesa, tardaron alrededor de dos horas para poder decidir a un ganador, y después de un agotador discurso, escuche las palabras que había estado esperando toda la mañana: “Damas y caballeros, estimado jurado calificador, destacados invitados que nos acompañan esta tarde (así es, ya eran alrededor de las 12:00 P.M.) es para mí, el rector de esta maravillosa institución, dar a conocer al ganador de este flamante concurso de maquetas, pero antes, quiero darles mi felicitación a todos aquellos jóvenes emprendedores que tuvieron el valor, la dedicación y la entrega para concursar. Recordemos que este tipo de personas es el que buscamos en la institución, en todos los campus del Tecnológico de Monterrey, nuestra muy querida escuela. Y es así como, después de platicar con el jurado y la sociedad de Arquitectura de la escuela, les anuncio lo que creo para ustedes es una sorpresa: Se premiara a los diez primeros lugares; del segundo al noveno tendrán un incentivo económico que servirá para seguir motivando su desempeño, y el primer lugar, tendrá lo prometido, la razón por la que todos están aquí; Una beca con todos los gastos pagados a la mejor universidad de Inglaterra “Oxford”. Bueno muchachos, creo que ya les hice muy largo el cuento, aquí tengo el sobre con los nombres de los diez afortunados, y comenzamos:

Salvando a una suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora